Su aroma te invita a viajar al pasado. Huele a la calidez del hogar y a recuerdos de la infancia. Cuando nuestras abuelas hacían arroz con leche, nos preparaban leche bien fría con canela y limón para refrescar los calurosos días de verano o endulzaban aún más la Navidad enseñándonos a preparar galletas.
Vamos a comenzar imaginando que nos acercamos a una de esas tiendecitas maravillosas donde se mezclan olores y colores de diferentes especias. Entramos y nos encontramos rodeados de guindillas chicas, bien rojas y brillantes, cestillos con cardamomo, pimienta, clavo, canela…. El aroma de las diferentes especias se mezcla y casi sin darnos cuenta nos trasladamos con el pensamiento a otros lugares y queremos recordar las historias milenarias que en la mayoría de los casos tienen cada una de ellas. Pues bien, si nos alejamos ahora ciento, miles de años atrás, cuando estas especias no estaban al alcance ni de la mano ni del bolsillo y eran los mercaderes árabes los encargados de la distribución, no es difícil imaginar las historias que circulaban en torno a ellas, leyendas fomentadas en muchos casos por los propios comerciantes árabes que durante siglos mantuvieron el monopolio de las especias. Se hablaba de países lejanos, llenos de peligro y seres mitológicos. De la Canela se decía que crecía custodiada por Dragones alados.
La canela era conocida por los chinos en el 2.500 a. J.C y era más apreciada que el oro. Somalia y Etiopía fueron conocidas por los antiguos como el país de la canela.
La canela siempre ha estado asociada a las clases altas, ya que su precio era tan alto que estaba reservada a los nobles y ricos. Tal era su valor que se convirtió en una moneda de cambio común para pagar impuestos.
Durante su extensa historia, ha habido periodos en los que la canela se convirtió en un bien tan codiciado como el oro y considerada como símbolo de la élite para otros. Varios fueron los pueblos que comerciaron con ella, como fenicios y árabes, y muchas las tramas que intentaron mantener la exclusividad de su obtención y comercio.
Hoja perenne, puede alcanzar los 10 mts de altura en su estado silvestre, pero se poda en árboles más pequeños y densos para facilitar su cultivo. La especia es la corteza interna que se extrae pelando y frotando las ramas y que una vez desprendida, es a su vez separada y vuelta a pelar. Las cortezas se enrollan una dentro de otra hasta formar una barra de aproximadamente un metro de largo que se seca y blanquea antes de su comercialización.A las ramas rotas por debajo de los 20 cm se les llama quillings. A los trocitos que se obtienen pelando la corteza interna, featherings y a los restos de corteza no pelada, tanto interna como externa, chips. Presenta un olor a madera delicado e intenso. El sabor es bien definido, fragante y cálido.
Se recoge durante las estaciones de lluvia, en Sri Lanka ocurre entre mayo y junio, y en octubre y noviembre, la primera cosecha produce una corteza más gruesa e inferior. La calidad aumenta en podas sucesivas y la corteza más fina procede de los brotes más delgados del centro de la planta, las cañas se juntan y se ponen a la sombra para evitar que el sol directo las perjudique. Cuatro mil metros cuadrados de terreno producen entre 45 y 68 Kg. de canela en rama,. Hoy en día se emplea también dentro de las fórmulas de los refrescos de cola. La mejor canela se cultiva a lo largo de la zona costera cercana a Colombo, los brotes se podan de continuo, cerca del suelo, lo que hace que el canelo parezca un arbusto bajo, denso y de finas y frondosas ramas.
Existen muchas hipótesis sobre cuál fue la ubicación exacta del primer Canelo, árbol de hoja perenne del que procede la canela. Por tanto, su origen es incierto. Lo que si podemos saber es que procede del sudeste asiático y que tres son los candidatos para ostentar tal honor: Sri Lanka, la India y China.
Llegó a Roma, Europa oriental y a la colonia egipcia del Mar Rojo a través de la Ruta de la Seda desde China. En el antiguo Egipto era utilizada en los rituales de embalsamamiento, en Oriente Medio se usaba como ofrenda religiosa, en el mundo árabe era un ingrediente esencial para sus perfumes y, en Roma, se añadía al vino para aromatizarlo y comenzó a consumirse en la cocina al final de la etapa imperial. Pero no fueron los únicos, en Asia y África también añadía la canela a sus platos para darles sabor.
Con la llegada de la Edad Media, en Europa se extendió su uso. Podía encontrarse no sólo en la cocina, también en la elaboración de perfumes y productos cosméticos. Además, comenzaron a ser conscientes de la gran variedad de propiedades que tenía, y tiene, para nuestro organismo. A partir de entonces, empezaron a consumirla como remedio para determinadas afecciones. Eso si, no fueron los primeros. La medicina tradicional china supo de sus beneficios y propiedades mucho antes y supieron aprovechar sus usos medicinales.
En la actualidad, es un elemento fundamental para múltiples recetas de cocina. Esto se debe a su rico sabor y a la gran cantidad de propiedades que tiene para nuestra salud. Cada vez, somos más conscientes de la importancia de mantener una buena alimentación para mantener un estilo de vida saludable. La canela, además de ser el complemento perfecto a nuestras delicatessen, en cuanto a sus beneficios, le da un toque de sabor muy especial tanto a nuestros platos, ya sean dulces o salados. Por otro lado, es buena para mantener la línea. Una cucharada de canela en nuestro café por la mañana nos ayudará, entre otras cosas, a controlar los niveles de azúcar en sangre y a acelerar nuestro metabolismo.
La cumarina es una sustancia que se encuentra de forma natural en distintas variedades de plantas y árboles, incluido el Cinnamomum. En cantidades pequeñas no pasa nada, pero en grandes dosis puede llegar a ser perjudicial para el organismo. De hecho, se conocen casos aislados de personas que han sufrido problemas renales, hepáticos y pulmonares por intoxicación de este compuesto.
La canela Ceilán apenas tiene un 0,004 % de cumarina. Sin embargo, la canela Cassia llega hasta el 1% convirtiéndose en una fuente de esta sustancia. Teniendo en cuenta esto, si eres un consumidor habitual de canela o estás tomando un complemento alimenticio que la incluye, deberías asegurarte de que se trata de canela Ceilán y no Cassia.
Canela falsa o verdadera: La autentica viene de la corteza interior del arbol Cinnamomum y la falsa de otro arbol que no tienen nada que ver con ese arbol " la sucedánea" es la casia o canela de China, más gruesa, de color más oscuro y aspecto más basto. Se considera una copia barata del de la canela“de verdad”. Luego está la canela de Saigón (C. loureirii) que procede de Vietnam y se parece a la casia, pero es más pequeña y fina y la canela de Indonesia (C. burmannii) más gruesa y resistente que la vietnamita.
La canela original se produce en países como Egipto, Sri Lanka, India, Madagascar, Brasil o el Caribe; mientras que la falsa crece en China, Indonesia o Vietnam.
La diferencia más grande y relevante es el contenido de un compuesto llamado cumarina. La cumarina es un anticoagulante y, su uso excesivo puede causar complicaciones graves de salud. La canela de Ceilán, la auténtica, contiene aproximadamente 0,017 g/kg, mientras que otros tipos de canela contienen entre 2,15 y 6,97 g/kg de cumarina.
1. Comprar envases en los que ponga Cinnamomum Verum o canela de Ceilán.
2. "Las ramas de canela deben estas rizadas en círculo".Tambien esta la opcion en polvo o bien la preparas en molinillo a gusto.Si te gusta el cafe, achicoria, cebada, infusion, añade un trozito y deja reposar, disfrutarás de unos aromas y sabores únicos.
3. Y el último y no mas importante: Ojo con la canela en polvo. Al igual que el café molido también hacen de la suyas... se obtiene moliendo los diferentes tipos de ramas, hojas, capullos (si lo son) por lo que técnicamente no se le pueda llamar "Canela". Asi que ya sabes elabora tu propia receta, compra tu ramitas de canelo Made Ceylan y mueles. Sugerencia: mueles lo que necesites una vez molida la canela pierde sus matices de aroma.Cuesta un poquito más de trabajo, pero merece la pena.
Bondades: Tiene reales propiedades carminativas y digestivas. Su uso mejora la asimilación de los alimentos e impide su fermentación en el aparato digestivo. Además, la canela funciona como un poderoso antiséptico, tónico y estimulante, es térmica, afrodisíaca, antiséptica, astringente, antidiarréica, estimulante, antiparasitaria, digestiva, gran aliado frente a niveles altos en azucar y antienvejecimiento,tambien al ser un potente antibacteriano ayuda a los resfriados,fortalece huesos
El aceite de canela es una fuente altamente concentrada de antioxidantes muy beneficiosos para el organismo.
Hay dos tipos de aceites esenciales de canela disponibles en el mercado: aceite esencial de corteza de canela y aceite esencial de hoja de canela. Si bien tienen algunas similitudes, son productos diferentes con usos algo separados. El aceite de corteza de canela se extrae de la corteza exterior del árbol de canela. Se considera muy potente y tiene un fuerte olor a “perfume”, casi como un intenso olor a canela molida. El aceite esencial de corteza de canela suele ser más caro que el aceite esencial de hoja de canela.
El aceite esencial de hoja de canela tiene un olor “almizclado y picante” y tiende a tener un color más claro. Ambos son beneficiosos, pero el aceite esencial de corteza de canela puede ser más potente.
El aceite esencial de canela también puede ser beneficioso para el cabello para estimular la salud y el crecimiento del cabello. Puedes mezclar unas gotas de aceite esencial de canela con un aceite vegetal, como el aceite de coco para un tratamiento rápido y natural del cuero cabelludo.
Por su propiedades antiinflamatorias, antimicrobianas, antioxidantes regulador del sistema inmune, el aceite esencial de canela es una gran opción para aliviar el dolor de garganta.
Puedes preparar una infusión con agua caliente, miel, 2 gotas de aceite esencial de limón y 2 gotas de aceite esencial de canela a primera hora de la mañana para mejorar el dolor de garganta y estimular el sistema inmune.
Estos ingredientes trabajarán en conjunto para combatir la inflamación, reducir el dolor y aumentar la función inmunológica, lo que los convierte en un remedio perfecto para la garganta irritada.
Puedes hacer tu propio ambientador natural combinando los aceites esenciales de canela, naranja, limón y clavo en un difusor. Gracias a este aroma experimentarás una sensación de relajación y ayudará a limpiar el aire.
También puedes usar el aceite esencial de canela para cocinar. Simplemente añade unas gotas de aceite de canela a tus recetas, pero evita calentarlo a temperaturas muy altas y cocinarlo durante demasiado tiempo porque eso destruye sus antioxidantes e ingredientes activos. El aceite esencial de canela es una versión de sabor mucho más fuerte que la especia de canela, por lo que puedes sustituir por el aceite esencial donde uses canela molida.
Los aceites esenciales que se combinan bien con la canela son la bergamota, cardamomo, clavo, jengibre, nuez moscada, naranja, menta, rosa y vainilla.
Los antiguos romanos. Todo apunta a que los emperadores ya utilizaban la canela como perfume. Cuenta la leyenda que Nerón ordenó incinerar toda la canela que había en Roma tras la muerte de su esposa.
Los egipcios se embarcaban en peligrosas expediciones rumbo a un lugar fantástico llamado Punt, en el Cuerno de África, con tal de hacerse con un poco de canela. Cómo esta especia llegaba hasta allí y traída por quién sigue siendo un misterio. Y no el único, al parecer. Según el ya citado O’Connell no hay otra especia objeto de tantos mitos y malas interpretaciones como la canela.
Los egipcios utilizaban esta planta en sus embalsamamientos y también para realizar diferentes hechizos. Por su parte, se cree que en Arabia la canela podía ser recogida solamente por los sacerdotes. El primer manojo se ofrecía al sol, y posteriormente se empleaba para encender el fuego sagrado en el alta en el que el sacerdote ofrecería el sacrificio.
Los árabes creían que la traían unos pájaros enormes, otros que crecía en unos valles profundos habitados por serpientes y Colón creyó encontrarla en las Indias, que eran América, en la cannella winteriana o canela silvestre (¡otra más!), usada en popurrís y perfumes.
Otra de las leyendas cuenta que se encontró canela en el nido del Ave Fénix, que juntaba nardos, mirra y canela para avivar el fuego mágico en el que se quemaba para después renacer.
Texto e imágenes cortesía de Carmen Minnie