24 Sep
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Es poco lo que sabemos acerca del Reino Fungi. Sin ir más lejos, se estima que sólo conocemos un 5% de las especies de hongos que habitan el planeta. Sin embargo estos fascinantes organismos cumplen una función primordial en nuestra propia vida y los ecosistemas. Para empezar, es a partir de los hongos que conocemos la penicilina  y hoy en día ya se han descubierto que varias de sus propiedades son beneficiosas para el sistema inmune; existen plantas como las orquídeas, que no existirían si no fuera gracias a los hongos, y para rematar, son los hongos los que ayudan a descomponer la materia orgánica que permitirá la formación de suelos fértiles, proveyendo de nutrientes esenciales tanto a plantas como a animales. En definitiva, los hongos sientan las bases para el desarrollo de gran parte de la vida en el planeta.

Ricos en compuestos bioactivos, los hongos son utilizados como alimentos y medicamentos desde hace milenios. El regreso del frío y las bajas temperaturas favorecen a que las personas se enfermen por gripe, constipación o resfríos. Podemos evitar enfermar fortaleciendo nuestro sistema inmunitario de forma natural mediante el consumo de los hongos shiitake, reishi, maitake, chaga, agaricos y del arbusto camu camu.

Estos superalimentos vienen siendo utilizados desde hace milenios por la medicina natural, que busca mantener la salud a través de la prevención, y su eficacia está avalada por numerosos estudios científicos que así lo demuestran.

Tienen en común su capacidad para reforzar el sistema inmunológico sin producir efectos tóxicos debido a la presencia de un polisacárido natural, el betaglucano, al que los científicos reconocen por: su acción inmunomoduladora, sus ampliamente estudiados efectos anticancerígenos y su capacidad para estimular el sistema inmunológico sin hiperactivarlo, lo que hace de estos superalimentos un gran remedio terapéutico.

Los hongos shiitake (Lentinula edodes), maitake (Grifola frondosa), y reishi (Ganoderma lucidum) actúan como soporte del sistema inmune, tienen acción antiinflamatoria, anticancerígena, antiulcerosa, fortalecen el sistema circulatorio y reducen los niveles de colesterol y la presión arterial. Tienen acción antiestrés, antioxidante, regulador hormonal, incrementan nuestra energía e inducen el sueño en caso de insomnio.

Dotado de un sombrero marrón y carnoso, el shiitake desprende un olor agradable. Utilizado desde hace mucho tiempo en la medicina asiática, este presenta potentes propiedades antibacterianas y antifúngicas, como lo ha revelado un estudio británico.

Relativamente raro en la naturaleza, el ganoderma lucidum es más conocido por el nombre de reishi. Este hongo de numerosas propiedades terapéuticas se utiliza actualmente en la medicina tradicional japonesa y china. Y no sin razón tiene el título de “hongo de la inmortalidad”: múltiples estudios han permitido sacar a la luz sus diversos efectos farmacéuticos.

Sus principios activos principales son de hecho los triterpenoides y los polisacáridos. A los triterpenoides se les atribuye efectos hepatoprotectores, antihipertensivos y antihistamínicos. Los polisacáridos, por su parte, son conocidos por tener propiedades antitumorales, por inmunomodulación y antiangiogénesis. Estos también reducen los daños celulares causados por agentes mutágenos.

El maitake también recibe el nombre de Grifola frondosa o gallina de los bosques. Crece al pie de los castaños, de los olmos, los arces, al final del verano. Este hongo en forma de coral puede producir eflorescencias de hasta 11 kg de peso. Observe que su nombre japonés, que significa: “hongo danzante“; posiblemente proviene del alegre baile que efectuaban los recolectores de hongos cuando encontraban este super alimento excepcional.

Utilizado desde hace miles de años en la medicina tradicional asiática, el maitake es una fuente considerable de betaglucanos. Estas fibras alimenticias son capaces de estimular la actividad de los macrófagos y por tanto de reforzar las defensas inmunitarias. Otro estudio también ha concluido que este hongo podría jugar un papel contra el cáncer y la diabetes.

En efecto, estos investigadores, buscando alternativas a los antibióticos clásicos, han probado un extracto acuoso de shiitake en un panel de 29 bacterias y 10 hongos patógenos. Los resultados son impresionantes: el extracto de shiitake ha ejercido una actividad antimicrobiana extendida a más el 85 % de los agentes patógenos probados.

El camu camu (Myrciaria dubia) es un arbusto de la familia de las mirtáceas, que crece en las riberas de los ríos de la Amazonia y cuyo fruto destaca por su elevada concentración de vitamina C, que refuerza el sistema inmune por ser antioxidante. Son superalimentos ricos en antocianinas y compuestos fenólicos como la rutina y la catequina, minerales como potasio, hierro, magnesio, selenio, zinc, manganeso, cobre, germanio o calcio, vitaminas como la B1, B2 o B3, carotenoides, ácidos grasos esenciales y 17 aminoácidos entre los que predominan la serina, valina y leucina.

Previenen la oncogénesis, presentan actividad antitumoral directa, actividad inmunopotenciadora y efecto preventivo de metástasis. Reducen la excesiva producción y secreción de histamina, tienen un efecto tónico en las personas que padecen asma y alergias. Mejoran el funcionamiento de las glándulas suprarrenales, normalizando la secreción de sus hormonas.

Los agáricos, o psaliotas, poseen láminas que cambian del rosa al negro con el tiempo. En un artículo publicado en la revista The Journal of nutrition, unos investigadores americanos y chinos han constatado que ciertos hongos extendidos en las tierras templadas, como los agáricos, presentan también propiedades antitumorales, antivirales y antibacterianas.

De acuerdo con sus investigaciones, el agárico actúa especialmente aumentando la actividad de los linfocitos NK (del inglés Natural Killer – citolíticos naturales), así como la producción de Interferón gamma y de TNF Alpha (del inglés Tumour necrosis factor – factor de necrosis tumoral), un factor antitumoral.

Los investigadores concluyen este estudio afirmando que “el consumo incrementado de agárico puede favorecer la inmunidad innata contra los tumores y los virus gracias a la mejora de un elemento clave, la actividad de los NK”

El chaga, o inototus obliquusse utiliza mucho en la farmacopea tradicional rusa. Las investigaciones efectuadas durante las dos últimas décadas han demostrado que este constituye un inmunoestimulante extremadamente activo y un valioso antioxidante.

Sus compuestos antioxidantes, al proteger al timo del envejecimiento, son en efecto capaces de reforzar el sistema inmunitario. Un estudio coreano, por su parte, le atribuye unos potenciales efectos anticancerígenos por inmunoestimulación. Otros investigadores coreanos han analizado los efectos antioxidantes del hongo: el estudio concluye que el chaga tiene la capacidad de atrapar los radicales libres. Por tanto, también contribuye a proteger las células del estrés oxidativo.

Completar nuestra dieta con hongos shiitake, reishi, maitake y con el camu camu es una forma sencilla de mejorar nuestra salud. Sin duda, son el aliado perfecto para reforzar el sistema inmunitario. Es importante asegurarse de que sean de cultivo orgánico para evitar los contaminantes presentes en el suelo y agua.

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