16 Apr
16Apr


Ayunar es mucho más que dejar de comer. Es hacer un ejercicio voluntario de renuncia. En este artículo vamos a revisar algunos consejos para seguir un ayuno responsable, pero también los aspectos más importantes de este ejercicio depurativo a todos los niveles (físico, mental y espiritual) practicado por numerosas civilizaciones a lo largo de la historia.

Si llevas años siguiendo hábitos poco saludables (dieta deficiente, comida procesada, exceso de tóxicos, alcohol o tabaco, falta de ejercicio, estrés, etc), te recomendamos que primero desintoxiques el organismo a través de una dieta hipotóxica durante uno o varios meses, (consúltenos cómo desintoxicar el organismo) ya que, si hay exceso de toxinas, el ayuno puede provocar crisis depurativas agudas con efectos indeseables. Mejor hacer las cosas con moderación, prudencia y paciencia.

Qué implica el ayuno

Para comprender qué significa el ayuno, te recomendamos que leas “El gran libro del ayuno” de Ruediger Dahlke, un magnífico manual donde el autor nos explica detalladamente las implicaciones del ayuno, ayudas y complementos. Una visión extraordinariamente global de lo que significa la ayunoterapia.

El ayuno, tal y como se viene practicando por tantas y tantas civilizaciones, implica muchas más cosas que dejar de comer. Ayunar significa hacer un acto consciente y voluntario de renuncia. No solo a la comida, sino a todo tipo de acciones compulsivas y automáticas que nos impiden ver las cosas con claridad y que nos intoxican el cuerpo, la mente y el alma. Además de utilizarlo como terapia curativa en caso de enfermedad aguda o crónica para potenciar nuestra capacidad autocurativa, numerosas religiones y filosofías han adoptado (y adoptan) el ayuno como terapia depurativa para desarrollar el espíritu y la fuerza personal. Históricamente, el ayuno se ha practicado antes de realizar labores que implicaban fuerza, concentración o estabilidad emocional.

Al margen de los enormes beneficios que un ayuno corto produce en el organismo (que veremos más adelante), si complementamos el ayuno con otras prácticas conscientes, conseguiremos no solo desintoxicar el cuerpo, sino también ponernos a prueba sobre aquellas cosas que no sabemos controlar, poner la atención en ciertos actos automáticos que muchas veces nos destruyen, y permitir un espacio interior y exterior libre de toxinas y ruido que nos permita escuchar nuestra voz interior y discernir con claridad asuntos importantes de nuestra vida. Es decir, crear un espacio de autoconocimiento y autoescucha. Con esta finalidad, vamos a indicarte algunas sugerencias paso a paso.

Preparar el ayuno: cómo y cuándo

Si estás leyendo este artículo, es probable que no seas una persona experta en hacer ayunos prolongados, por lo que, si vas a iniciarte en el asunto, te recomendamos que primero sigas una dieta hipotóxica durante un mes o varios y luego vayas probando el ayuno (un máximo de dos días), por ejemplo una vez al mes.

Elegir el momento y el lugar son asuntos importantes, por lo que te sugerimos que lo prepares con esmero, como si fuese una aventura excitante que puede conducirte a un estado de serenidad y limpieza maravillosos. Es decir, tómate tu tiempo para planearlo y esfuérzate en ponerlo en práctica con verdadera implicación, no a lo loco.

  • El momento

    El mejor momento para hacer ayunoterapia es en primavera o en otoño (cambios de estación en general). Elige uno o dos días dentro del ciclo lunar entre la luna llena y la luna nueva, es decir, en luna menguante. Esta fase de la luna es la más apropiada para liberar, soltar y deshacerse de sustancias tóxicas y hábitos malsanos. Al contrario, cuando la luna crece, es momento de tomar, recopilar información, nutrirse, etc.

  • El lugar

    Elige un lugar donde puedas estar en silencio y soledad, preferiblemente en un entorno natural. Nuestro consejo es que, además de la comida, también prescindas del teléfono, los libros, la televisión y cualquier “ruido” externo que te desconecte de tu voz interna. Te animamos a que evites también el tabaco si eres una persona fumadora, como acto consciente, durante uno o dos días mientras ayunas. Por el contrario, conviene dar paseos entre los árboles, hacer yoga y meditación, pintar mandalas o hacer cualquier tipo de manualidad que vacíe la mente de ruido y pensamientos.

Pre-ayuno, ayuno y post-ayuno

Con el fin de que no resulte una experiencia demasiado agresiva, conviene entrar y salir del ayuno cediendo el paso, poco a poco, a la ausencia de alimentos.

  • Pre-ayuno

    El día anterior al ayuno desayuna copos de arroz y una manzana, come una ensalada de vegetales crudos y cena verduras cocidas.

  • El ayuno

    El verdadero ayuno es aquel que elimina todo tipo de alimentos, excepto el agua. Pero si lo prefieres, también puedes optar por un ayuno más moderado que consiste en tomar agua y caldos vegetales. Incluye en los caldos alimentos como ajo, cebolla, puerro, zanahoria, apio, perejil,  y rábanos… todos ellos especialmente indicados para depurar el organismo y potenciar las defensas naturales.

  • Post-ayuno

    Para salir del ayuno, sigue la misma dieta que el día anterior al ayuno. Es decir, después de pasar un día sin comer (o dos como máximo), haz durante un día una dieta basada en alimentos vegetales y cereales.

Beneficios del ayuno

Estos son algunos cambios que se producen en el organismo durante el ayuno:

  • Intestino. El intestino cambia su labor, de absorber nutrientes a eliminar toxinas y excrementos
  • Páncreas. Deja de producir insulina y supone un descanso vital para este órganos habitualmente tan saturado
  • Hígado. Aunque el hígado trabaja también durante el período de detoxificación (es uno de los órganos con mayor capacidad para depurar las toxinas), durante el ayuno se contrae, reduce su tamaño, se regenera y sana, lo que provoca un efecto rebote de fortalecimiento en el resto de órganos.
  • Piel. Aunque durante el ayuno pueden aparecer erupciones cutáneas (acné, dermatitis, herpes, eccemas…), es un efecto de la depuración y tras eliminar estas toxinas, la piel recupera su salud, brillo y tersura natural.
  • Riñones. También ejercen una labor importante de detoxificación. Es muy importante beber agua abundante durante el ayuno. Cuanta más agua bebamos, más facilitaremos el trabajo de estos órganos tan importantes.
  • Corazón. El trabajo del corazón se reduce considerablemente durante el ayuno (especialmente si lo complementamos con meditación, calma, silencio…). Durante esta etapa el corazón se fortalece y gana vitalidad.
  • Sangre. Al principio la sangre se llena de toxinas que irán a parar a los emuntorios para su eliminación. La sangre se acidifica al principio y luego muestra una clara mejoría. Después, la sangre se vuelve más limpia y depurada.
  • Sistema inmunológico. Ante la inclusión de sustancias tóxicas, nuestro sistema inmunológico desata todas sus herramientas. En cambio, durante el ayuno (libre de sustancias perjudiciales), el sistema inmunológico puede descansar de su producción de glóbulos blancos.
  • Sistema nervioso. Particularmente beneficioso resulta el ayuno en el sistema nervioso parasimpático. Durante el ayuno todos los sistemas se tranquilizan y regeneran, de manera de que este estado de alerta frente al estrés o el “ataque” desaparecen.

Indicaciones del ayuno

A continuación te mostramos un listado de los casos en los que está indicado hacer ayuno, o los casos en los que el ayuno puede resultar particularmente beneficioso. Recuerda que cada persona es un mundo y que cada cual debe averiguar o informarse sobre la idoneidad de realizar ayuno o no según las circunstancias particulares.

El manual Ayuno y Plenitud editado por los hermanos de San Juan de Dios de Terrateniente, incide en el particular beneficio que puede tener el ayuno en caso de:

  • Obesidad. El ayuno ayuda a eliminar sustancias de deshecho y reducir la cantidad de grasa de reserva.
  • Arteriosclerosis, hipertensión y enfermedades del corazón. El ayuno reduce el riesgo de sufrir arteriosclerosis y mejora los síntomas cuando la enfermedad ya existe. El ayuno tiene efectos hipotensores. Las personas con hipertensión pueden incluir en el ayuno infusiones de hojas de olivo para bajar la presión sanguínea. El ayuno ha sido probado con buenos resultados en todo tipo de enfermedades coronarias.
  • Diabetes tipo II y colesterol. Tanto los niveles de azúcar en sangre como las grasas disminuyen sus niveles durante el ayuno.
  • Otros. En casos de asma, artristis o hipertensión ocular y para cualquier persona que desee llevar a cabo un ejercicio depurativo de todo su ser.

Contraindicaciones del ayuno

El ayuno está particularmente contraindicado en:

  • Personas excesivamente delgadas
  • Personas que no están preparadas psicológicamente
  • Por indicación expresa del profesional de la salud
  • En caso de tuberculosis, hipertiroidismo, enfermedad de Basedow
  • En caso de cáncer o sida en fase de debilitamiento
  • En caso de enfermedad del corazón sin determinar
  • Durante el embarazo (en cambio es muy aconsejable antes del embarazo o después de la lactancia).
  • Personas que acaban de pasar por el quirófano, que han sufrido una enfermedad grave recientemente, con enfermedades infecciosas, insuficiencia renal…
  • Personas con patologías psíquicas, ansiedad, depresion
  • Personas que sufren anorexia o con anemia
  • Mujeres que llevan puesto el DIU (puede aparecer rechazo del sistema inmunológico hacia el DIU) Si existe la sospecha de que el ayuno puede ser perjudicial

Efectos secundarios del ayuno

El ayuno puede provocar lo que se conocen como crisis depurativas, curativas o crisis desintoxicantes, en las que el organismo pone en marcha sus mecanismos de defensa para recuperar el equilibrio perdido. Es decir, las crisis curativas son necesarias y positivas aunque ello conlleve un agravamiento de los síntomas de manera puntual.

Este tipo de crisis suele darse al principio de cualquier tratamiento naturista y, de hecho, es señal de que las cosas están funcionando como deben.

Casi todos los síntomas son de intensidad leve y no debes preocuparte ni darle demasiada importancia mientras sigan siendo leves. Si, por el motivo que sea, se agravan o tienes la intuición de que algo no va bien, suspende el ayuno y dirígete a un centro médico.

Estos son algunos síntomas que se pueden presentar durante el ayuno.

  • Fiebre
  • Dolores de distinto tipo en distintas partes del cuerpo (articulaciones, músculos, dolor de cabeza…)
  • Erupciones en la piel
  • Taquicardias, arritmias, hipotensión, palpitaciones, ansiedad Insomnio, pesadillas
  • Cólicos, diarreas y heces de textura y color anormal, orina abundante y oscura, vómitos
  • Eructos, halitosis, ligera caída del cabello
  • Puede aparecer la menstruación aunque no sea el momento, alteraciones menstruales

Si tienes interés en ir desintoxicando tu organismo poco a poco a través de la dieta, quizá te interese pedir un turno para atenderte.

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