22 Aug
22Aug

Estás bajo un ataque de ansiedad y no puedes parar de comer. La nevera (heladera) te tienta y haces paseos interminables a la cocina. Si estás en el trabajo, bajas a comprar golosinas para mantenerte entretenido. Tratas de controlarte, pero el deseo de comer es más fuerte que tú. ¿Cómo resolverlo?

El estrecho vínculo entre la comida y las emociones es evidente. La ansiedad que nos genera el estrés, la monotonía de una vida cotidiana, las frustraciones o hasta la propia gratificación de los logros alcanzados, nos lleva a comer para así calmar dicha sensación. La serotonina, un neurotransmisor cerebral relacionado con el ánimo, tiene mucho que ver con la ansiedad ya que participa en el control del apetito. Mientras más serotonina circule en nuestra sangre, menos comemos y más felices somos. Pero los bajos niveles se relacionan con depresión y con una mayor ansiedad por comer, sobre todo, dulces.

Suficiente. Si eres de las personas que día a día batallan con las ansias por los alimentos dulces, toma en cuenta estos consejos. Te ayudarán a sobrevivir a los ataques de ansiedad que comienzan sobre todo a partir de las 3 p.m.

Consejos para controlar la ansiedad

  1. Determina qué te provoca el deseo de comer. Si estas estresado, aburrido o preocupado, buscarás consuelo en la comida para sentirte bien. ¡Busca entretenerte!
  2. Elimina todas las tentaciones a tu alrededor. Como dicen por allí, «Si no lo tienes a mano, no puedes comerlo». Recuerda que las adicciones a los dulces son ¡casi tan fuertes como a las drogas!
  3. Aumenta el consumo de proteínas en todas las comidas. Así, te mantendrás lleno durante el día y bajará tu ansiedad.
  4. No saltes ninguna comida en el día. Debes mantener estable el nivel de azúcar en la sangre, para disminuir la ansiedad.
  5. Incluye proteínas y carbohidratos en el desayuno. Si despiertas sin apetito y no desayunas, en la tarde la ansiedad por comer carbohidratos o dulces se volverá incontrolable.
  6. Selecciona solo carbohidratos complejos. Porque te ayudarán a sentirte lleno por más tiempo: granos integrales (arroz y pasta integral, avena, quinua), batata, legumbres (frijoles) y vegetales.
  7. Hazte amigo de las infusiones o tésManzanilla, Tilo, Valeriana, flor de Jamaica, entre otras te ayudan a controlar el ansia por consumir azúcar.
  8. Modera el consumo del café, mate y te. La cafeína en exceso puede provocar más nerviosismo o ansiedad. No más de 2 tazas. ¡Moderación!
  9. Consume alimentos ricos en magnesio. Fortalecen el sistema nervioso y calman la ansiedad. Fuentes de magnesio: frutos secos, plátanos, legumbres, los alimentos integrales y las verduras de hoja verde como las acelgas o las espinacas. También puedes consumirlo como suplemento cada día. (Dosis 400 mg /día en el desayuno).
  10. Come alimentos ricos en triptófano. El triptófano es un aminoácido que ayuda a producir la serotonina, la hormona de la felicidad y el bienestar y ¡actúa como un antidepresivo natural! Alimentos ricos en triptófano: tofu, semillas de ajonjolí y calabaza, maní, pasta y arroz integrales, soja. También puedes consumirlo como suplemento cada día. (5HTP Dosis 100 mg a las 3 p.m.).

El triptófano, se trata de una biomolécula –esto significa que es producida por seres vivos- que no puede ser sintetizada por nuestro organismo, por tanto, necesitamos hacerla nuestra a través de los alimentos. Forma parte del grupo de los aminoácidos esenciales que se conocen desde las investigaciones de doctor William Cumming Rose. Este nutricionista americano notó que sujetos sometidos a dietas sin estos aminoácidos padecían síntomas de nerviosismo, mareos y fatiga.

El triptófano actúa en la liberación de serotonina por parte de la glándula hipófisis. Se ha visto que los procesos depresivos pueden estar relacionados con niveles inadecuados de serotonina.

Por otro lado, la serotonina favorece la liberación de melatonina; esta actúa en la regulación del equilibrio vigilia-sueño. Es bien sabido que la serotonina funciona como un tranquilizante que bloquea la ansiedad.

El triptófano también participa en el control de la ansiedad por la comida, siendo muy útil en la obesidad causada en personas que no pueden dejar de comer durante todo el día. Niveles bajos de triptófano también se han relacionado con la aparición de estrés y conductas agresivas. La niacina o vitamina B3, producida en el organismo, depende de la presencia de triptófano.

¡Dile NO a la ansiedad!

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