26 Apr
26Apr


En alguna ocasión nos pueden consultar por presentar orina espumosa o con burbujas. En principio, son cuestiones distintas y me gustaría distinguir entre una y otra. ¿Cómo proceder?

Hay que hacer, como siempre, una anamnesis, exploración física y después pruebas complementarias si precisa. En realidad esto empieza antes de que el paciente empiece a hablar porque ya ves su aspecto y cómo se desenvuelve. Solo con esto ya tienes información.

Orina con espuma

En el caso de la queja de orina espumosa es posible que se deba a la fuerza del chorro de la orina en contacto con la superficie del inodoro y que no haya ningún problema. Esto se produce por haber estado reteniendo la orina de forma consciente.

Si hay buen estado general y no se queja de otros síntomas y el aspecto es normal, un análisis de orina normal puede resolver la cuestión.

¿Hay causas patológicas?

Sí, puede ser un exceso de eliminación de proteínas por la orina.

A veces puede darse por un proceso febril o un exceso de ejercicio físico. Hay que hacer un seguimiento por si acaso.

Lo que sí es importante descartar es un síndrome nefrótico.

En este caso se da una eliminación de proteínas abundante por la orina debido a un daño en el glomérulo renal.

Si haces una orina de 24 horas, te encontrarás una pérdida masiva de proteínas por la orina. Elimina más de 3,5 gr/ 24 horas de proteínas y es típico que haga espuma en el frasco o en el inodoro.

Se pierde principalmente albúmina y esto causa una presencia de hipoalbuminemia en plasma y, como consecuencias, presentará edemas en tobillos, párpados, ascitis o anasarca que puedes detectar en la exploración física.

Otra proteína que se pierde es la antitrombina III y eso puede precipitar trombosis arteriales o venosas.

En la analítica también presenta hiperlipemia y lipiduria.

Las causas pueden ser primarias o secundarias.

Las causas primarias pueden ser la glomerulonefritis por cambios mínimos en niños y la glomerulonefritis membranosa en adultos.

La causa más frecuente de síndrome nefrótico suele ser secundaria y concretamente por una nefropatía por diabetes, sobre todo si va asociada a hipertensión. La hipertensión maligna puede producir síndrome nefrótico.

Hay otras causas secundarias pueden ser lupus, artritis reumatoide, amiloidosis, sarcoidosis, vasculitis... Neoplasias de pulmón, colon, mama, estómago, leucemias, linfomas, mieloma múltiple... Fármacos como los AINEs,captopril, litio, mercurio, sales de oro, penicilinamina... El consumo de drogas como la heroína intravenosa...

Tras un estudio orientado, se hará un tratamiento sintomático y en función de las causas.

Orina con burbujas de gas

Otra situación que se puede confundir es la presencia de burbujas de gas en la orina. Eso se llama neumaturia y normalmente se presenta con un olor fétido de esta.

Puede ser debida a una diverticulitis que se complique con una fístula que comunique colon y vejiga.

Estas fístulas pueden dar lugar también molestias al orinar (disuria) y fecaluria (restos de heces en orina) con fiebre e infecciones urinarias de repetición.

También que interrogar acerca de alguna intervención o manipulación quirúrgica o exploratoria (sonda, cistoscopia) en la zona previa porque puede haber fístulas como complicación de la cirugía.

Hay que descartar una enfermedad inflamatoria intestinal o neoplasias porque también puede causar fístulas a nivel rectal que podrían llegar a vejiga.

En algunos casos puede que no haya fístula y deberse a una infección urinaria por bacterias entéricas que producen gas y no suele oler.

Como es natural, habrá que hacer una historia clínica completa con las pruebas exploratorias correspondientes.

El tratamiento se basará en las causas: intervención quirúrgica, antibióticos.

Conclusión

  • Orina con espuma: descartar proteinuria y síndrome nefrótico.
  • Orina con burbujas de gas: descartar fístulas colovesicales e infecciones urinarias.
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