08 Aug
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La enfermedad hepática puede ser hereditaria (genética) o causada por diferentes factores que dañan el hígado, como los virus y el consumo de alcohol. La obesidad también se asocia con el daño hepático.

Con el tiempo, el daño hepático provoca cicatrización (cirrosis) que puede producir insuficiencia hepática, un trastorno que pone en riesgo la vida.

Síntomas

Los signos y síntomas de la enfermedad hepática comprenden los siguientes:

  • Color amarillento en la piel y los ojos (ictericia)
  • Hinchazón y dolor abdominal
  • Hinchazón en las piernas y en los tobillos
  • Picazón en la piel
  • Orina de color oscuro
  • Heces de color pálido, o heces con sangre o de color alquitrán
  • Fatiga crónica
  • Náuseas o vómitos
  • Pérdida de apetito
  • Tendencia a formar hematomas con facilidad

Cuándo consultar al médico

Pide una consulta con el médico si tienes síntomas o signos persistentes que te preocupen. Busca atención médica inmediata si tienes un dolor abdominal tan intenso que no puedes quedarte quieto.

Diagnóstico

Descubrir la causa y extensión de la lesión hepática es importante para orientar el tratamiento.

Es probable que tu médico comience con los antecedentes médicos y con una exploración física minuciosa. El médico puede recomendarte lo siguiente:

  • Análisis de sangre. Te pueden pedir una batería de análisis de sangre conocida como «pruebas funcionales hepáticas» para diagnosticar la enfermedad hepática. Se pueden hacer otros análisis de sangre para detectar trastornos genéticos o problemas hepáticos específicos.
  • Pruebas de diagnóstico por imágenes. Una ecografía, una tomografía computarizada y una resonancia magnética pueden mostrar daño hepático.
  • Análisis de tejidos. Tomar una muestra de tejido (biopsia) del hígado puede ayudar a diagnosticar una enfermedad hepática y a buscar signos de daño hepático. Por lo general, una biopsia de hígado se realiza con una aguja larga que se introduce a través de la piel para extraer una muestra de tejido. Posteriormente, se analiza en un laboratorio.

Tratamiento

El tratamiento de la enfermedad hepática depende del diagnóstico. Algunos problemas hepáticos pueden tratarse con modificaciones en el estilo de vida, como dejar de consumir alcohol o bajar de peso, generalmente como parte de un programa médico que incluye un seguimiento minucioso de la función hepática. Otros problemas hepáticos pueden tratarse con medicamentos o pueden requerir cirugía.

El tratamiento de la enfermedad hepática que produce la insuficiencia hepática o ha derivado en ella finalmente puede requerir un trasplante de hígado.

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