Para algunos hombres, la “barriga cervecera” es un tema gracioso y no le dan la importancia que merece. Muchos desconocen que no es un mal menor y requiere de atención; pues los altos niveles de grasa corporal, representan un riego de padecer diversas enfermedades.
Con el paso de los años, la población obesa ha ido aumentando. Los hombres son la población que más ha incrementado de peso; específicamente a partir de los 35 años, acompañado por un cambio hormonal en el que disminuyen los niveles de testosterona, el aumento de peso se caracteriza por la acumulación de tejido graso a nivel abdominal. Esta localización la denomina grasa visceral y envuelve los órganos vitales.
¿Por qué debemos ponerle atención?
La grasa visceral es la más peligrosa, es de los primeros síntomas que nos indican que hay lugar a desarrollar síndrome metabólico. Además, se asocia a un mayor número de patologías crónicas que limitan la expectativa y calidad de vida como: hipertensión arterial, diabetes mellitus tipo 2, insulinorresistencia, hígado graso, cardiopatía coronaria, enfermedades respiratorias, osteoarticulares y cancerígenas. Por esto, es importante aplicar hábitos saludables que le ayuden a controlar la obesidad y prevenir el síndrome metabólico.
¿Qué puedo hacer?
- Reducir el consumo de alimentos procesados, lo cual ayuda a disminuir la ingesta de grasas poco saludables, azúcares y sal. Se recomienda hacer el cambio hacia grasas poliinsaturadas como omega 3, que se encuentran en pescados azules (sardina, atún, salmón, trucha, anchoa, arenque o carpa, entre otros), aceites vegetales, nueces y semillas. Estos alimentos son conocidos por reducir las enfermedades cardiovasculares.
- Reemplace las bebidas azucaradas o endulcoradas, por agua o infusiones que, además de hidratar, evitan el consumo de azúcar. No le recomendamos licuar los jugos naturales, a pesar de ser realizado con frutas o verduras, al licuarlo sólo consumimos los azucares y dejamos a un lado la fibra y las vitaminas que nos ofrecen al comerlas como fruto.
- Aumente los alimentos de origen vegetal, fibra soluble y alimentos proteicos como legumbres y frutos secos. Estos productos disminuyen el colesterol. También elimine las carnes rojas.
- Asegúrese de incluir en su dieta alimentos que aporten calcio, vitamina D, vitamina K y magnesio, que mejoren la salud ósea. Estos incluyen las verduras verdes y los frutos secos.
- Aléjese del sedentarismo, practique algún tipo de actividad física de manera regular. El ejercicio reduce la pérdida de masa muscular, aumenta el gasto calórico, fortalece los huesos, mejora la salud cardiovascular y reduce los niveles de estrés.
Recuerde que la clave del éxito es la constancia y los cambios progresivos. No se trata de hacer dieta, se trata de adoptar hábitos de vida saludable para sentirnos bien y vivir mejor.