El ojo rojo o síndrome de ojo rojo es un padecimiento oftalmológico asociado a diferentes patologías tanto oculares como sistémicas. El signo principal es la aparición de un ojo rojo secundario a los mediadores inflamatorios que dan lugar a ingurgitación de los vasos y edema conjuntival.La aparición de un ojo rojo en la población, en la mayoría de las ocasiones, no está ligado a patología grave. No obstante, se debe hacer diagnóstico diferencial, con el fin de descartar lo más grave y pensar en lo más frecuente.
Ojos rojos e irritados
Los ojos rojos se producen principalmente por la ingurgitación y dilatación de los vasos sanguíneos de la porción anterior del ojo.Lo más importante ante un paciente con ojos rojos es averiguar la causa que lo produce. El objetivo, como hemos comentado, es descartar los procesos más graves como el glaucoma o la uveítis anterior que cursan con ojo rojo.
Ojos rojos: las causas más comunes
La principal causa de ojo rojo es la conjuntivitis, ya sean alérgica o infecciosa, pero existen otras situaciones que cursan con ojo rojo:
- Conjuntivitis: tanto alérgica como infecciosa.
- Lesiones de la conjuntiva: por exposición a abrasivos o por traumatismos.
- Hemorragias subconjuntivales: estas hemorragias son inofensivas y autolimitadas, pueden ser espontáneas o secundarias a traumatismos. Debemos descartar en los pacientes hipertensión o alteraciones de la coagulación.
- Glaucoma agudo: los cuadros agudos suelen cursar con ojos rojos, debido a la elevación de la tensión ocular de forma rápida. En estos casos suele ser un ojo rojo doloroso.
- Queratitis y queratoconjuntivitis: pueden ser el resultado de un mal tratamiento de patología conjuntival, procesos alérgicos, infecciosos, etc. Este tipo de ojo rojo también cursa con dolor de ojos.
- Escleritis y epiescleritis: Estas dos entidades, sobre todo la escleritis, puede resultar muy grave. Incluso se puede llegar a perder el ojo si no se trata de forma adecuada, por lo que son entidades que deben descartarse ante un ojo rojo.
- Iridociclitis, cuerpo extraño, etc.
¿Cuáles son los signos de alarma en el síndrome de ojo rojo?
La conjuntivitis suele ser la principal causa de ojo rojo y, en la mayoría de las ocasiones, con un tratamiento convencional suele ser suficiente. Sin embargo, debido a que existen entidades peligrosas que pueden dar lugar a daño severo y/o irreversible en el ojo, se deben conocer los signos de alarma más importantes. Entre ellos encontramos:
- Cefaleas, vómitos: pueden aparecer en el glaucoma agudo cuando la PIO es muy elevada.
- PIO >40 mm Hg: también aparece en el glaucoma, cuando las presiones intraoculares son tan elevadas pueden comprometer al ojo.
- Queratitis: en las que encontramos lesiones dendríticas corneales. Es importante su tratamiento eficaz, puesto que estas lesiones pueden dañar la córnea de forma irreversible.
- Hipemas: son hemorragias en la cámara anterior del ojo que pueden indicar una lesión grave.
- Dolor con fotofobia.
- No respuesta a vasoconstrictores como el empleo de fenilefrina tópica: cuando no se produce un blanqueamiento de la conjuntiva tras la administración de fenilefrina debemos sospechar de una escleritis. Sobre todo cuando se asocia a intenso dolor ocular.
- Cuerpo extraño en la córnea: en la mayoría de las situaciones se descubren fácilmente los cuerpos extraños, ya que hasta que no se retira permanece el dolor. En este caso el dolor es muy intenso y será un oftalmólogo quien procederá a la extracción o eliminación, puesto que no debe quedar ningún resto.
¿Por qué se me pone el ojo rojo?
Durante la anamnesis no se nos deben escapar nunca los antecedentes personales y familiares de patología ocular.
Cómo hacer un buen diagnóstico de ojo rojo
Hay varias cuestiones importantes que debemos preguntar siempre al paciente:
- Si es alérgico o atópico, puesto que es frecuente que las conjuntivitis alérgicas den lugar a ojo rojo.
- Si es usuario de lentes de contacto y el tiempo estimado medio que las lleva puestas.
- Preguntar por su actividad profesional. Existen trabajos, como puede ser el de los soldadores, en los que los ojos rojos pueden resultar graves para la visión, ya que estos en muchas ocasiones prescinden de la pantalla protectora pudiendo dañar la retina de forma irreversible.
- Empleo de fármacos, tóxicos o drogas.
- Describir el dolor que presenta el paciente tanto en intensidad como localización y si está asociado a otros signos o síntomas como destellos, halos…
La anamnesis debe ser exhaustiva, puesto que en muchas ocasiones, solo con esta nos orienta hacia el diagnóstico etiológico del síndrome de ojo rojo.
¿Cómo se debe examinar el ojo rojo?
Tras una buena anamnesis se debe realizar una exploración exhaustiva del ojo, comprobando lo siguiente:
- Valorar las causas del enrojecimiento: puede ser por inyección conjuntival, inyección ciliar o hemorragia.
- Valorar la agudeza visual.
- Examinar los elementos oculares: los párpados, la conjuntiva, la esclera, el iris, la cámara anterior del ojo, la córnea.
- Medir la tensión ocular (PIO).
- Evaluación de las secreciones conjuntivales.
Estas exploraciones las llevan a cabo los especialistas, porque se debe utilizar maquinaria especial para una correcta valoración del ojo rojo.
Tratamiento del ojo rojo
El tratamiento del ojo rojo dependerá de la noxa que lo produce, por lo que no existe un tratamiento genérico. Lo cierto es que en la mayoría de los casos nos encontraremos con ojos rojos secundarios a conjuntivitis.
Cómo quitar los ojos rojos
En los casos de conjuntivitis el tratamiento se basará en la higiene ocular para reducir los síntomas y eliminar los detritus, no tocarse los ojos, no exponerlos a climas secos y fríos. A su vez, si es de naturaleza bacteriana, se emplearán antibióticos tópicos. En el resto de situaciones, sobre todo en los cuadros en los que se encuentren signos de alarma de ojo rojo, deberá ser el especialista el que se encargue de su tratamiento específico.
Ojo rojo y agua de mar
El agua de mar isotónica correctamente tratada es una opción ideal para la higiene ocular diaria, descongestiona y alivia muy rápidamente las irritaciones oculares inducidas por la contaminación, el polen, los humos industriales, el prurito ocular o cualquier inflamación.
Fundación Rene Quinton