En los cuadros de rinitis vasomotora los pacientes podrían responder a irritantes como la humedad o la contaminación de forma inespecífica. En otra ocasión, hemos hablado acerca de las posibles causas, en este artículo nos enfocamos en la rinitis vasomotora, su tratamiento y el uso del agua de mar para aliviar los síntomas.
La rinitis es un proceso en el que se produce una inflamación de la mucosa nasal. Sus síntomas incluyen la producción de mucosidad, congestión nasal, picor, obstrucción nasal, rinorrea, escozor, goteo postnasal, entre otros, y sus causas pueden ser múltiples.
Los principales tipos de rinitis se pueden clasificar en dos grandes áreas etiológicas: rinitis infecciosas o rinitis no infecciosas.
Son las rinitis producidas, principalmente, por agentes virales como pueden ser los rinovirus, el adenovirus o la influenza. En todos estos casos, encontraremos una mucosa congestionada con la producción de moco amarillo verdoso, debido al cuadro infeccioso. Además, en muchas ocasiones irá acompañado de síntomas sistémicos como fiebre, conjuntivitis, escalofríos y mal estado general.
Dentro de las rinitis no alérgicas existen tres entidades importantes: rinitis vasomotora, rinitis no alérgica con eosinofilia nasal (NARES) y la rinitis gustativa.
Entre los diferentes estímulos que pueden producir la rinitis vasomotora encontramos el aire frío, los climas secos y la polución.
La gran cantidad de terminaciones nerviosas que encontramos en la mucosa nasal es fundamentales en la regulación de la función de la mucosa. Desde el aclarado del moco, su producción, el estornudo, el bloqueo intermitente de las fosas nasales, todo cumple funciones de protección.
Además, se une la función de un órgano de los sentidos, el olfato. Este último tiene una gran cantidad de aferencias y es capaz de modular las funciones vegetativas de la mucosa. Pensamos, por ejemplo, al efecto de cuando nos exponemos a un olor fuerte. En muchas ocasiones dicho estímulo olfativo es capaz de producir el estornudo, la rinorrea o el lagrimeo, entre otras respuestas.
Por todo esto, los desequilibrios entre el sistema sensitivo y el vegetativo conducen a respuestas exageradas de la función vasomotora. Estas respuestas dan lugar a los cuadros de rinitis vasomotora.
Para el tratamiento de la rinitis vasomotora existen varios grupos de fármacos:
En la mayoría de ocasiones el tratamiento puede ser infructuoso, hasta que se da con el tratamiento adecuado, e incluso en esta situación es fácil que no responda el tratamiento como le gustaría al paciente que lo hiciera.
En la actualidad, los fármacos empleados y aprobados por la FDA para el tratamiento de la rinitis vasomotora son:
Debido a que los agentes que dan lugar a la rinitis no son fáciles de identificar, lo importante es mantener una buena higiene nasal.
Para la higiene nasal, resulta útil el empleo de los lavados nasales con agua de mar varias veces a lo largo del día. El objetivo de reducir el contacto de los irritantes con la mucosa, disminuyendo las respuestas vasomotoras.
Heatley DG. et al. evalúan los efectos de las irrigaciones nasales de forma diaria en los cuadros de rinosinusitis, demostrando la mejora de los síntomas en más de un 70% de los sujetos, además de la reducción del uso de fármacos en cerca de un tercio de los pacientes.
Harvey R. et al. evaluaron ensayos controlados aleatorios, en los que se analizaron los efectos de la solución salina en comparación con otros tratamientos.
En las conclusiones, los investigadores consideran que las soluciones salinas resultan beneficiosas en el tratamiento de las rinosinusitis crónica, tanto cuando se emplea como único tratamiento o como complemento de otros tratamientos. Pudiendo incluirse el empleo de soluciones salinas como complemento en el tratamiento de los síntomas de la rinosinusitis crónica.
Peric A. et al. en su estudio comprueban los efectos del empleo de agua de mar hipertónica en pacientes con rinosinusitis crónica inducida por aspirina tras cirugía endoscópica.
Demostrándose una reducción en todos los síntomas, tanto en la obstrucción nasal, el dolor, la cefalea, la dificultad para dormir. El estudio concluye que el uso del agua de mar hipertónica se debe recomendar para el cuidado postoperatorio temprano de los pacientes que han sido sometidos a la rinosinusitis crónica inducida por aspirina.
Casale M. et al. valoraron la eficacia de las irrigaciones nasales salinas en los cuadros de la rinosinusitis crónica. Se concluyó que las soluciones hipertónicas en las que encontramos minerales naturales y oligoelementos, como se da en el agua de mar y algunas aguas termales, producen mayor beneficio clínico tanto en el puntaje endoscópico como en el aclaramiento mucociliar con respecto a las soluciones isotónicas.
Entre los beneficios del agua de mar encontramos los que nos ofrece en los cuadros de rinitis y rinosinusitis. En estos cuadros mejora el aclarado mucociliar, el arrastre de sustancias alérgenas y reduce por dilución la concentración de mediadores inflamatorios. En definitiva, se mejoran los síntomas con el empleo de las irrigaciones nasales de agua de mar.
Fundación René Quinton