El Kimchi es originario de Corea y, además de estar delicioso, es un producto redondo: nutritivo, depurativo, probiótico ¡y fácil de preparar! En mi humilde opinión, debería considerarse un “superfood”. Tiene tal concentración de nutrientes importantes para nuestra salud, que deberíamos consumir un poquito de kimchi cada día.
1. Pre y probiótico: la fibra proveniente de las verduras prepara el intestino para que los probióticos lo limpien de “bichitos” peligrosos y aumenten la cantidad de los que nos protegen. Tu flora intestinal estará bien frondosa y tu intestino será menos permeable, de esta manera, no sólo absorberemos mejor todos los nutrientes, sino que fortaleceremos nuestro sistema inmune. Por eso, te recomiendo el Kimchi si tienes Artritis Reumatoide u otra autoinmune.
2. Nutritivo: al no cocinar las verduras, los nutrientes de sus ingredientes quedan intactos. Nos aporta calcio, hierro y vitaminas como la C, la E, la A, la B1 y la B2.
3. Depurativo: el kimchi es muy bajo en calorías, pero además te ayuda a eliminar toxinas del cuerpo, como el “colesterol malo”. Además es muy antioxidante y también se dice que es anti-tumoral.
4. Digestivo: aunque las verduras estén crudas, en realidad están “predigeridas” gracias al proceso de los probióticos. Tomar un poquito de kimchi antes de comer facilita el proceso digestivo y ¡nos pone un poquito más contentos!
¡Vamos a prepararlo! Ten en cuenta que el kimchi es muy, muy versátil, puedes poner prácticamente todas las verduras que encuentres en tu nevera. Por ejemplo: pimiento, escarola, pepino, calabacín, calabaza, ajo, chirivía, perejil …
Ingredientes y utensilios
1/2 col redonda o col china (repollo)
3 zanahorias grandes
1 colinabo
1 remolacha
1 nabo daikon (rábano blanco)
1 trocito de jengibre
1 manzana
1 cebolla (fresca o seca)
1 rama de apio con sus hojas
1 bote de cristal de un par de litros de capacidad o varios botes más pequeños.
Ingredientes para el aliño
Te recomiendo que lo pruebes y ajustes los ingredientes. El sabor tiene que ser intenso pero “soportable”. Si no tienes AR puedes añadir también zumo de limón.
1/2 vaso de vinagre de manzana sin pasteurizar
1/4 vaso de sirope de agave o miel
1 cucharada sopera de cúrcuma
1/2 cucharada sopera de curry picante
1/2 cucharada sopera de chili en copos
1/2 cucharada sopera de comino
2 cápsulas de probióticos lactobacillus (si no tienes, no pasa nada)
Preparación
Lava y corta la col bien pequeñita, como tienes en la foto.
También corta pequeño el apio.
Ralla el resto de ingredientes. Yo lo hice con un robot de cocina que tiene varias cuchillas: para rallar, hacer lonchas finas, etc. Utilicé el accesorio que ralla más grueso. Pero si no tienes, puedes hacerlo a mano. Todo tiene que quedar muy pequeñito. Ah! y no vale triturarlo con la cuchilla normal, porque te quedará una textura muy rara.
Para hacer el aliño, mezcla todos los ingredientes en un bote de cristal. Recuerda que hay que abrir las cápsulas y echar el polvito, ¡no las pongas enteras! Agita bien el bote y, si necesitas, añade un poco de agua.
Mezcla todas las verduras cortadas en un bol, para que se repartan bien. Reserva.
Esteriliza el bote de cristal llenándolo con agua hirviendo.
Desecha el agua y mete las verduritas, apretando bien. Añade ahora el aliño y acaba de rellenar el bote con agua hasta arriba.
Guarda el bote en un armario de la cocina o en algún lugar oscuro y con temperatura cálida y estable. Después de unos 3-4 días ¡el kimchi está listo! Guárdalo en la nevera.