Los humanos usamos los aceites esenciales desde hace miles de años. De hecho, en el antiguo Egipto ya los usaban, es decir, que ya los descubrimos y usamos desde hace por lo menos 4.000 años a.C. Y si has llegado hasta aquí es porque quieres conocerlos bien, ¿no?
Es importante saber exactamente qué son, cómo actúan, qué propiedades tienen, etcétera, antes de lanzarse a usarlos. Por ejemplo, no hay que confundirlos con los aceites aromáticos para la cocina, aunque los aceites esenciales también pueden usarse, de forma muy específica, para cocinar. Otros usos más habituales son los relacionados directamente con la salud física y mental de personas y animales, la cosmética e, incluso, para el hogar.
Lo primero que debemos saber es que, tanto los aceites vegetales como los esenciales forman parte de la cosmética natural, pues son unas sustancias de carácter orgánico que proceden de plantas afines a la piel y que nos proporcionan muchos beneficios. Somos conscientes de la confusión que hay entre los dos, por lo que vamos a explicar las diferencias existentes.
Los aceites vegetales son sustancias que vienen extraídas de las partes grasas de las plantas, tanto del fruto como de la semilla. Lo forman ácidos grasos naturales, antioxidantes, vitaminas oligoelementos, etc. Todos ellos son de gran ayuda a la hora de conservar el manto hidrolipídico de nuestra piel, evitando pérdidas de agua y manteniendo el estado de hidratación natural.
La extracción suele ser mediante un sistema de prensado, donde el procedimiento lo determina la calidad del aceite que se obtiene. El prensado en frío es la forma que hay para garantizar la conservación con todas sus propiedades intactas. Una forma de extracción que se realiza a baja temperatura.
Existen otros métodos de extracción con el calor, caso de los disolventes o demás procesos químicos donde la producción es mayor, pero donde se eliminan del producto final muchos de los beneficios y propiedades naturales de los mismos.
Los aceites vegetales se aplican de forma directa sobre la piel. En el uso cosmético, aportan una valiosa protección, nutrición e hidratación. Por todo ello, son unos potentes regeneradores a nivel celular, pues ayudar a luchar contra los radicales libres que causan el envejecimiento prematuro.
Todos los vegetales aromáticos contienen esencias y los aceites esenciales puros son el extracto más potente de las esencias. Así, los aceites esenciales se extraen de los árboles aromáticos y las plantas aromáticas, tanto de sus tallos y raíces, como de sus hojas y flores.
El olor que desprenden las distintas partes de una planta aromática, sobre todo las flores y los frutos, es la propia esencia. Esta contiene moléculas aromáticas, que son las que confieren el propio olor, y otras moléculas que conforman sustancias químicas con distintas propiedades y no solo las olorosas. Gracias a ello, los aceites esenciales puros contienen variedad de propiedades que pueden ayudarnos si sabemos usarlos bien. Estas mismas propiedades son las que protegen al vegetal frente a ataques y, de este modo, pueden protegerse frente a hongos, bacterias, virus y otras plagas o, incluso, cerrar más rápido una lesión en el tallo o las hojas.
Debemos saber que los aceites esenciales son unos compuestos aromáticos de origen natural que se obtienen fundamentalmente por la destilación por corriente de vapor de la esencia que segregan las plantas aromáticas donde se puede extraer esta esencia de las diferentes partes que tienen las plantas.
Como resultado de esta destilación, nos encontramos ante un líquido de aspecto oleoso que conserva el aroma y las propiedades terapéuticas de la planta de la cual proceden. Se puede extraer por presión, pero únicamente en el caso de los cítricos.
Las propiedades de estos aceites tienen multitud de beneficios para nuestro organismo, pero debemos recomendar que se produzca su ingesta siempre con las recomendaciones y dosis que dictaminen profesionales cualificados.
A la hora de elegir un aceite vegetal o esencial de calidad hay que pensar en dos factores:
Los aceites esenciales poseen una inmensa variedad de propiedades y cada uno de ellos tiene varias. No obstante, de forma general, todos son antisépticos, aunque unos mucho más que otros, ya que su función principal dentro de los vegetales es protegerlos de los agentes externos como parásitos, virus y otras enfermedades.
Estos son algunos de los principales según las propiedades de los aceites esenciales que buscamos:
Como ya hemos mencionado, estos productos son muy potentes y con poca cantidad basta para usarlos bien. No obstante, a veces se usan mal por desconocimiento, por ejemplo utilizándolos en mayor cantidad, mezclando algunos de forma inadecuada, aplicándolos por la vía incorrecta o usándolos sufriendo previamente alguna afección o estado que lo contraindique.
Así pues, como cualquier elemento natural, o cualquier sintetizado o artificial, pueden tener tant; efectos positivos como negativos en el organismo. Estos son algunos de los efectos secundarios del uso inadecuado de aceites esenciales:
Por ello y más, vemos que es vital informarse bien y dejar que un especialista indique la mejor forma de uso en cada caso. Para terminar, no te pierdas este interesante vídeo resumen sobre este tema.