05 Nov
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Los homeópatas elaboran los tratamientos consultando libros de referencia que se conocen como repertorios, donde, para la elaboración de un remedio homeopático se consideran factores como el conjunto de los síntomas de cada paciente, el estado físico y psicológico del mismo o su historia médica y de vida.

Cuando un médico se gradúa hace el “Juramento Hipocrático”, jura al padre de la medicina ejercer su profesión con honestidad, devoción y entrega, porque la medicina en sí es un sacerdocio. Hipócrates, médico griego (460ac.) dijo: “No intentes jamás curar el cuerpo sin antes haber curado el alma.” Y sobre esto los griegos sabían mucho porque para ellos la Psicología es la ciencia que se dedica al “estudio del alma”.

Del latín “Espiritual” significa “Vida o sustancia vital”, considerada independiente de la existencia corporal; esencia vital, fuerza, energía en su condición de diferente de la materia.

Basándose de los escritos de Hipócrates y de Paracelso (médico suizo renacentista 1490-1541) el médico alemán Samuel Hahnemann (1755-1843) descubre las leyes naturales de una nueva terapéutica; la Homeopatía y publica en 1810 el libro “El Organón de la Medicina”, donde afirma: “El más alto ideal de una curación consiste en el restablecimiento pronto, suave y permanente de la salud; es la eliminación y aniquilación de la enfermedad en toda su extensión, por el camino más corto, más seguro y menos dañoso, apoyándose en principios fácilmente comprensibles.”

“En el estado de salud del hombre, la fuerza vital que anima el cuerpo material ejerce un poder ilimitado, y mantiene todas las partes del organismo en un admirable y armonioso vital, tanto en lo relativo a las sensaciones como a las funciones a la actividad o funcionamiento, como a la sensibilidad, de modo que el espíritu dotado de razón que reside en nosotros puede emplear libremente ese instrumento vivo y sano para lograr el elevado objetivo de nuestra existencia”.

Resulta claro que para esa época, la medicina oficial  era la Alopatía, basada en sangrías, cauterios y purgas, se la llamó la medicina de Galeno por ser su precursor (médico griego 131-201 d de J.C). Ambos métodos son opuestos y esto ha traído grandes polémicas similares a las discusiones sobre religión y por qué no a las ligadas al fútbol.

El Dr. Angel N. Marzetti, en su libro “La Homeopatía Medicina del Porvenir”, editado en 1942 por la librería Hachette, encontramos las bases históricas de la consecuencia del fanatismo alópata contra la ciencia de la homeopatía. En las últimas hojas de ese libro se muestran fotografías de Hospitales Homeopáticos y Universidades donde se enseñaba y practicaba la homeopatía en todo el mundo, en el año 1942 dijo: “Diversa ha sido la suerte de la Homeopatía según las épocas y los países." En la actualidad se observa un desarrollo creciente en todo el mundo. En los Estados Unidos (1) ejercen unos 10.000 médicos homeópatas, existiendo 100 hospitales homeopáticos, con unas 20.000 camas.

El oficial médico de más alta graduación de la armada norteamericana era, hace unos años, el médico homeópata Dr. William E. Gaston. Homeópatas son también muchos otros altos funcionarios del ejército y la fuerza aérea.

El personal médico de la Casa Blanca, durante las presidencias de Hoover, Harding y Coolidge, era homeópata.

Muchas de las Universidades de los diversos Estados tienen en sus facultades profesores de Homeopatía, siendo notables, además, el Colegio de Medicina Homeopática y Hospital Flowers, de Nueva York, y el Colegio Hahnemann de Philadelphia, los que tenían matriculados en 1940, 238 y 542 alumnos, respectivamente.-

(1) "En muchos hospitales de Estados Unidos, en los últimos años, se ha detenido el progreso de las secciones de homeopatía, aumentando, en cambio, otras en las que no se aplica esta terapéutica. Ello ha sido ocasionado, principalmente, porque desde el punto de vista económico; resultan mucho más productivas las salas de cirugía, especialidades, clínicas alopáticas, etc., que las salas de clínica homeopática, en las cuales los enfermos están sometidos a una baratísima medicación que no da margen a mucho aumento de honorarios, como ocurre con los enfermos internados donde se suministran fármacos. Esto, si bien representa un beneficio para los enfermos sometidos al tratamiento homeopático, no lo es para los que administran las finanzas de dichos establecimientos, que, por lo general, buscan, ante todo, aumentar sus ganancias seducidos por los laboratorios.”

Buscando en Internet “hospitales homeopáticos”, podemos apreciar que desde esa época hasta el presente no ha aumentado proporcionalmente la cantidad de hospitales homeopáticos en el mundo, salvo en India donde el crecimiento fue exponencial.

La conspiración del silencio:

En Argentina, a mediados del siglo pasado se convocaron en una oportunidad, más de 20.000 firmas solicitando a las Cámaras Legislativas, la creación de una Facultad de Homeopatía, a la cual apoyaron ilustres personajes de la Sociedad y la Política de la época, decisión que fue revocada tras violentos debates por “dos votos” de mayoría.

La homeopatía en la Argentina sigue sin reconocimiento oficial.

Los medicamentos homeopáticos son considerados por la OMS en el rubro de industria alimenticia por ser azúcar y no poder determinarse la presencia de substancia medicamentosa en ellos. Por lo tanto su comercialización es libre.

Para terminar: El laboratorio homeopático líder en el mundo es el francés Boiron, y está declarado prohibido para entrar en el mercado argentino de las farmacias. (Los medicamentos de Boiron no son preparados artesanalmente como en las farmacias, por el peligro de su adulteración, sino que se ofrecen en envases normalizados, similares a los laboratorios alopáticos. El márketing de este laboratorio consiste en ofrecer a sus usuarios libros y CDs con la única finalidad de expandir el conocimiento y la filosofía homeopática como una cultura científica: “Nociones fundamentales de terapéutica homeopática” de Jackes Jouanny y “Materia médica homeopática” entre otros, compendio con más de 2500 medicamentos, y también “Botiquines homeopáticos” de primeros auxilios). 

El Padre de la Patria; el Gral. San Martín, usaba la homeopatía, prueba de ello es el botiquín homeopático que está en el Museo de Luján de Cuyo en Mendoza.

Ing. Guillermo Marino CramerAutor del libro: “Crónica de un viaje a lo desconocido”
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