Los gatos evolucionaron para convertirse en hábiles cazadores y depredadores, pero en su hábitat natural también son considerados como presas, lo que significa que están programados para no mostrar debilidad, sin importar cómo se sientan. Esto se debe a que en la naturaleza, un gato enfermo, herido o vulnerable se convierte en un blanco fácil para los depredadores.
Esto, para algunos de nosotros que compartimos nuestras vidas con gatos, significa que a pesar de su tranquilidad exterior, es muy posible que algo les esté molestando. Además, como mascotas semi-domesticadas, los gatos no dependen de sus humanos de la misma manera en que lo hacen los perros.
Para estar física y psicológicamente saludable, tu gato necesita sentir que tiene cierto control sobre el entorno que le proporcionas. Es por eso que cualquier ligera variación en su rutina diaria puede hacer que se sienta ansioso.
Los cambios importantes, como mudarse de casa o traer una nueva mascota al hogar, pueden llevar al límite incluso al gato más imperturbable en corto tiempo.
También es importante entender la diferencia entre la ansiedad y el miedo en los gatos. El miedo suele ser efímero y se desencadena a causa de un evento en específico, mientras que la ansiedad puede ser crónica y constante.
La ansiedad puede manifestarse en muchas formas relacionadas al comportamiento de los gatos. Por ejemplo, algunos se niegan a comer, otros orinan fuera de la caja de arena y algunos gatos estresados pasan gran parte de su día escondidos. Comparado con lo anterior, un gato que está relajado en su entorno comerá y dormirá a plena vista, jugará con sus juguetes e interactuará con sus humanos.
Lo contrario a sentirse ansioso es estar relajado. Para los humanos, esto implica por lo general participar en alguna actividad de reducción del estrés, como la meditación, yoga, ejercicios de respiración profunda, ejercicios de visualización guiada o ejercicio físico.
Sin embargo, para los gatos el proceso es un poco distinto. Necesitan de un entorno adaptado de manera específica para que un felino mantenga su ansiedad bajo control. Lo mejor para tu gato es pensar en cómo experimenta su entorno a través de sus cinco sentidos: vista, oído, olfato, gusto y tacto.
La comida adecuada para los gatos, los cuales son carnívoros obligados, es a base de una alimentación fresca, nutricionalmente balanceada, densamente hidratada y sin adulterar que se componga principalmente de carne animal de grado humano (de preferencia de animales criados orgánicamente), grasa animal de alta calidad y una pequeña porción de frutas y vegetales
Las frutas y vegetales son una fuente de antioxidantes y fibra para aquellos animales que ya no cazan presas enteras. Además, hay que agregar fuentes naturales de oligoelementos, vitaminas y ácidos grasos, ya que los suelos en los que se cultivan los alimentos tienen una reducción de muchos de los nutrientes que son necesarios para las mascotas.
El ofrecer una alimentación diseñada especialmente para tu gato carnívoro es la mejor manera de prevenir el estrés relacionado con la nutrición. Los gatos más viejos a menudo necesitan obtener niveles aún más altos de proteínas que los gatos más jóvenes para evitar una disminución de su masa corporal magra a medida que envejecen. Además, ofrécele agua fresca, filtrada, libre de fluoruro y cloro, en recipientes de vidrio o de acero inoxidable.
También es muy importante estar al tanto de la salud dental de tu gato para prevenir el estrés relacionado con la alimentación, así como controlar las bolas de pelo. Asimismo, te recomiendo informarte con tu veterinario integral acerca de los suplementos alimenticios que ofrecen beneficios, como las enzimas digestivas.
Tu gato aprecia que haya variedad en la iluminación de su entorno. A veces quiere acostarse bajo el sol (recomiendo abrir las cortinas a diario para que entre la luz natural). Otras veces prefiere un lugar oscuro (sin Wifi) para dormir la siesta o esconderse.
Es muy importante darles a los gatos un descanso de la iluminación artificial o fluorescente. Procura darle variedad a la iluminación a la que tu gato está expuesto con elementos como cajas, túneles de juego, soportes en diferentes lugares, estanterías, e incluso un gabinete vacío en el que pueda pasar el rato de manera segura.
Toma en cuenta la opción de crear una zona silenciosa y de bajo estrés para tu amigo felino, como una habitación con luz solar natural (sin iluminación LED), sin ningún equipo eléctrico ni enrutadores que emitan campos electromagnéticos (EMFs, por sus siglas en inglés), con un espacio oscuro opcional para dormir durante el día.
El aburrimiento también causa estrés, por lo que tal vez quieras considerar el uso de videos de gatos o poner algún soporte en la ventana desde donde tu gato puede vigilar lo que ocurre en el vecindario o en tu patio trasero. También es muy importante que participes en sesiones diarias de ejercicio o juegos con tu gato.
Los estudios han demostrado que la música ayuda a modular las funciones cardíacas y neurológicas, reduciendo así los niveles de estrés. La música clásica tranquila parece relajar a la mayoría de los animales. Y, aunque a muchas personas les gusta tener la TV o la radio encendidas de manera constante, es importante que le des a tu gato la oportunidad de tener tranquilidad en algún lugar de la casa.
La música con volumen alto, el ruido de gran parte de la programación televisiva actual y las discusiones entre los humanos elevan los niveles de estrés y promueven una respuesta inflamatoria sistémica.
Entre algunos de los olores que pueden causar estrés en los gatos están el humo del cigarrillo, productos químicos de limpieza, colonias, ambientadores y velas perfumadas. El olor que desprenden las alfombras, muebles y tapicerías nuevas también puede tener un efecto negativo.
La calidad del aire es de extrema importancia para los gatos, así que cambia los filtros de aire de la casa de manera frecuente. Tu gato también es sensible a los contaminantes aéreos, incluyendo las esporas de moho, por lo que mantener el aire purificado reducirá el estrés respiratorio.
Se sabe que los gatos responden bien a ciertos aromas, como al aire fresco, hierba gatera, matatabi, lavanda, flores de manzanilla, raíz de valeriana y las feromonas faciales.
Experimenta con varios de estos aromas y observa cuáles parecen gustarle a tu gato. Si descubres que tiene un favorito en particular, considera la posibilidad de agregar de manera segura este aroma a un área de tu casa en donde pasa mucho tiempo. Poner una pequeña cantidad de hierbas secas aptas para gatos para difundir su aroma con naturalidad en una habitación es una alternativa segura.
La hierba gatera se puede comprar en una variedad de presentaciones (hay juguetes para la hierba gatera, vaporizadores, hojuelas y bolitas que puedes esparcir alrededor de tu casa, además de otros accesorios para la hierba gatera. Busca opciones orgánicas.
Por otra parte, para descansar ofrécele una cama orgánica para gatos, sin PBDE (polibromodifenil). La mayoría de las camas para mascotas son rociadas con retardantes de llama que han sido vinculados con problemas endocrinos en los gatos.
Si te acabas de mudar a una casa nueva, usaste pintura nueva, instalaste alfombras nuevas o agregaste muebles o tapicería nuevos, puedes usar un purificador de aire para reducir los productos químicos que se encuentran en el aire.
El masaje es una buena manera de reducir todo tipo de síntomas relacionados con el estrés, como la ansiedad, el dolor y la depresión. El acariciar, abrazar y cepillar a tu gato (siempre y cuando parezca disfrutarlo) no solo reducirá su nivel de ansiedad sino que también fortalecerá el vínculo que compartes con él. La acupuntura y la quiropráctica también pueden aliviar el estrés y proveer una función inmunológica saludable.
Además de lo anterior, he tenido un mucho éxito en el manejo de la ansiedad y el estrés en gatos con esencias florales, aerosoles de feromonas Feliway y remedios homeopáticos para síntomas específicos.
Por la Dra. Karen Shaw Becker