El omeprazol es el más famoso representante del grupo de medicamentos llamado inhibidores de la bomba de protones (IBP), que son una clase de medicamentos utilizados para el tratamiento de enfermedades del estómago relacionadas con el exceso de acidez, como, por ejemplo, gastritis y úlcera péptica
Atención: este texto no pretende ser un prospecto del omeprazol. Nuestro objetivo es ser menos técnico que un prospecto y más útil para los pacientes que buscan información sobre este medicamento.
El proceso de digestión de los alimentos tiene su primer paso en el estómago, que es un órgano hueco como un monedero y extremadamente ácido. El pH del estómago llega a mantenerse por debajo de 2 gracias a su capacidad para secretar ácido clorhídrico (HCl). Esta secreción de ácido es llevada a cabo por las células parietales, un grupo de más de mil millones de células que están presentes en el fondo y en el cuerpo del estómago.
Las células parietales secretan ácido a través de una estructura llamada bomba de protones, que es el objetivo de la acción de omeprazol. El omeprazol se une a las bombas de protones, provocando su inactivación. Esta inactivación de las células parietales del estómago por el omeprazol es capaz de reducir la producción de ácido en un 95%, razón por la cual esta droga ha sido el fármaco de elección para el tratamiento de enfermedades relacionadas con el ácido gástrico.
Como ya se mencionó, el omeprazol está indicado para el tratamiento de enfermedades del estómago, duodeno o esófago que se relacionan con la acidez gástrica.
Más específicamente, se puede usar el omeprazol en pacientes con los siguientes problemas:
El omeprazol ayuda a proteger la pared del estómago o del duodeno, ya que la inhibición de la acidez facilita el proceso de cicatrización de úlceras, erosión o inflamaciones.
En virtud de ser un fármaco muy eficaz para proteger y tratar el estómago de la acidez, el omeprazol (y también los otros IBP) frecuentemente termina siendo prescrito indiscriminadamente. En algunos casos, el omeprazol se prescribe para tratar síntomas o problemas cuyo origen no es un exceso de acidez gástrica, y hay casos en que el omeprazol se prescribe correctamente, pero su uso se prolonga mucho más tiempo que el indicado. Hay pacientes que continúan tomando omeprazol durante años, cuando, de hecho, su tratamiento debería durar solamente unas semanas.
Vamos a hablar sobre el tiempo de tratamiento apropiado más adelante. Por ahora, vamos a atenernos a la indicación incorrecta del omeprazol.
Tal vez la más incorrecta indicación para el uso de omeprazol es su uso como protector de estómago para los pacientes que toman varios medicamentos. El hecho de que el paciente tome 5, 6 o 7 medicamentos diferentes no significa que tenga un mayor riesgo de tener gastritis, úlceras o cualquier otra enfermedad relacionada con la acidez.
Es cierto que muchos pacientes polimedicados se quejan de malestar general. A menudo, sin embargo, la culpa no es del medicamento. Y aun cuando el mal se relaciona con efectos secundarios de medicamentos, el omeprazol no sirve para evitarlo. El omeprazol es un inhibidor de la acidez en el estómago; no es un antídoto contra los efectos secundarios de otros medicamentos.
El uso de omeprazol solamente tiene sentido si la gastritis o úlcera péptica es uno de los efectos secundarios de otros medicamentos, como es el caso, por ejemplo, los medicamentos antiinflamatorios.
Los primeros efectos del omeprazol comienzan alrededor de 1 hora, pero su acción de inhibición de las células parietales y el aumento en el pH del estómago solamente alcanza su pico después de 4 días. Esto significa que el dolor de estómago o la sensación de acidez aislada y de corta duración que tienes esporádicamente no es afectado por el uso de omeprazol. Analgésicos comunes, antiácidos y ranitidina son fármacos mucho más eficaces que el omeprazol para el tratamiento de problemas agudos y de corta duración del estómago o esófago.
El omeprazol trabaja si los síntomas de ardor o acidez estomacal son persistentes o muy frecuentes, como 3 o más episodios a la semana. En estos casos, está indicado el uso del omeprazol durante varios días.
Si tienes síntomas gastrointestinales relacionados con problemas de vesícula, el omeprazol no es un medicamento que te ayudará. Una vez más, el uso del omeprazol está indicado solamente en enfermedades gastroesofágicas relacionadas con la acidez gástrica.
El omeprazol se debe tomar, preferentemente con el estómago vacío, porque es en este momento que las células parietales presentan el mayor número de bombas de protones en reposo para ser inhibidas.
La dosis y el tiempo de tratamiento variarán según la enfermedad que pretende tratar. Ejemplos:
• Úlcera duodenal: 1 tableta de 20 mg al día durante 4 semanas. Si es necesario, el tratamiento puede prolongarse hasta 8 semanas.
• Úlcera gástrica: 1 tableta de 20 mg al día durante 4 a 8 semanas. Úlceras mayores de 1 cm se tratan generalmente con 40 mg diariamente durante 8 semanas.
• Reflujo gastroesofágico: 1 tableta de 20 mg al día durante 4 semanas.
• Esofagitis erosiva: 1 tableta de 20 mg al día durante 4 a 8 semanas. Si es necesario, el tratamiento puede extenderse hasta 12 semanas.
• Síndrome de Zollinger-Ellison: dosis inicial de 60 mg al día y se puede ajustar hasta 120 mg 3 veces al día. El tratamiento debe mantenerse mientras sea necesario.
• Tratamiento de úlcera duodenal o gástrica inducida por antinflamatorios: 1 tableta de 20 mg al día durante 4 a 8 semanas.
• Tratamiento de úlcera duodenal o gástrica inducida por antinflamatorios: 1 tableta de 20 mg al día durante hasta 6 meses.
• Tratamiento de acidez persistente o recurrente (off label): 1 tableta de 20 mg al día durante 14 días.
Si el paciente no puede tragar cápsulas, las mismas pueden ser abiertas y el polvo en su interior mezclado con un vaso de agua. Se debe tomar el medicamento inmediatamente. Este medicamento no debe ser masticado o triturado.
El omeprazol es un fármaco bastante seguro, con tasa muy baja de efectos secundarios graves.
Entre los efectos adversos más comunes se destacan dolor de cabeza (7%), dolor abdominal (5%), diarrea (4%), náuseas (4%), flatulencia (3%), vómitos (3%), mareos (2%), reacciones alérgicas de la piel (2%), estreñimiento (2%), dolor lumbar(1%), tos (1%), neumonía (1%).
Entre los efectos adversos más graves (y también más raros – menos del 0,1% de pacientes), podemos destacar:
Aunque sea raro, algunos de los efectos secundarios mencionados se han registrado pues el omeprazol es un medicamento utilizado actualmente por millones de personas. El uso prolongado, es decir, durante años, aumenta el riesgo de la aparición de efectos secundarios más raros.
La única contraindicación relevante al omeprazol es una historia de alergia previa a cualquier droga de la clase de inhibidores de la bomba de protones.
Debido a la falta de estudios clínicos que demuestren su seguridad, el omeprazol no debe ser utilizado en embarazos o lactancia, a menos que en casos seleccionados.
El Omeprazol puede reducir la acción de los fármacos a continuación:
– Clopidogrel, antifúngicos (por ejemplo, fluconazol, cetoconazol e itraconazol), micofenolato mofetil, mesalamina, indinavir, atazanavir, nelfinavir, bifosfonatos, fenitoína y rifamicina.
El Omeprazol puede potenciar la acción de los fármacos a continuación:
– Metotrexato, anfetaminas, benzodiazepinas (por ejemplo, diazepam), carvedilol, citalopram, escitalopram, ciclosporina, tacrolimos, dabigratan y warfarina.
La lista anteriormente mencionada no está completa. Avisa a tu médico si estás tomando algún medicamento.
Obs: el Omeprazol no interfiere con el efecto de la píldora anticonceptiva.
MD.Saude