Qué significa mirar hacia arriba, hacia abajo, hacia la derecha, hacia la izquierda… y cuál es su relación con le cerebro y los pensamientos.
¿Sabías que las miradas y el movimiento de los ojos en las personas nos pueden dar mucha información sobre su forma de pensar? Esta información resulta de suma importancia para los terapeutas, pues supone una suculenta fuente de información sobre los patrones de pensamiento de las personas.
Aquí te explicamos cuál es el significado de las miradas dependiendo de los movimientos oculares para conocer mejor a otras personas.
Sin embargo, observar la mirada y el movimiento de los ojos también resulta muy interesante a nivel particular ya que, por un lado, nos ofrece datos sobre la persona con la que estamos hablando y ello nos puede ayudar a empatizar mejor con la gente que nos rodea y, por otro, también nos puede ayudar a ordenar ideas, conceptos y ser más eficaces a la hora de cumplir nuestros objetivos.
Las áreas oculares (superior, inferior, derecha, izquierda, etc.), es decir, las zonas hacia donde miramos, están relacionadas con distintas áreas del cerebro que se encargan de procesar distintos tipos de información.
Las claves de acceso ocular son una parte muy importante que sugiere, que las personas movemos los ojos de manera automática en diferentes direcciones dependiendo de lo que estamos pensando. Estos patrones o zonas relacionadas entre cerebro/campo-ocular son idénticas en las mayoría de las personas. No obstante, hay quien tiene estas áreas invertidas, especialmente las personas zurdas, por lo que es importante no tomarlo al pie de la letra y comprobar a través de la experiencia si una persona en concreto tiene los campos invertidos o no. Hacer la prueba es muy fácil.
A modo de resumen, este es el significado de las miradas:
Ten en cuenta que cuando observes a una persona que no eres tú, lo verás invertido, es decir, su izquierda será tu derecha y viceversa…
Para saber si tú u otra persona tiene el sistema invertido, realiza las siguientes preguntas y observa atentamente la dirección automática de la mirada:
Si la reacción en el movimiento ocular es la contraria, es que la persona en cuestión tiene los sistemas invertidos. Para hacer la prueba con una persona, conviene no decirle nada ni ponerla en antecedentes para que sus miradas sean automáticas y naturales, en lugar de forzadas.
Teniendo esto en cuenta, al observarnos u observar a otras personas, podemos claramente obtener algunos beneficios:
A continuación, te explicamos un pequeño ejercicio que puedes utilizar para lograr ese objetivo con el que estás soñando.
Paso 1: Con los ojos abiertos, dirige la mirada hacia arriba a tu izquierda y recuerda alguna ocasión en la que no hayas logrado ese objetivo que quieras conseguir. Por ejemplo, si lo que quieres es cuidar tu alimentación, imagínate que te acuestas en un sofá comiendo toneladas de donuts. Recrea la escena con todo lujo de detalles: qué cosas hay en la habitación, cuánta luz, qué suena, cómo te sientes, qué ropa llevas, etc.
Corta: Cierra los ojos, respira profundamente y rompe con el pensamiento anterior recordando tu canción favorita durante 2 o 3 segundos.
Paso 2: Abre los ojos de nuevo y dirige la mirada hacia abajo a la izquierda. Piensa en los recursos que necesitas para alimentarte bien y siéntelos profundamente. Por ejemplo: fuerza de voluntad, entusiasmo, confianza, disciplina, etc. Siente todos esos recursos dentro de ti.
Corta: Cierra los ojos, respira profundamente y rompe con el pensamiento anterior pensando en tu color favorito.
Paso 3: Abre los ojos de nuevo y dirige la mirada hacia arriba a la derecha. Imagina la misma situación de antes pero con los recursos necesarios: ¿Cómo sería la nueva escena? Por ejemplo: Imagina que en lugar de acostarte te sientas, que tienes un deliciosos zumo de naranja fresquito, que te levantas y sientes unas ganas irrefrenables de hacer yoga, etc. Procura visualizar la escena con detalles: colores, olores, sonidos, brillos, luz, etc.
Corta: Cierra los ojos, respira profundamente y rompe con el pensamiento anterior sintiendo si tu nariz está fría o caliente durante 2 o 3 segundos.
Paso 4: Abre los ojos de nuevo y dirige la mirada hacia abajo a la derecha. Disfruta de las emociones generadas con la visualización anterior: tu sensación de fortaleza, tu disciplina, tu seguridad. Regocíjate en la sensación de triunfo.
Repite este ejercicio todos los días cuantas veces sea necesario hasta que se ejecute una nueva programación en tu cerebro y realmente utilices esos recursos que, en verdad, ya están dentro de ti.
Además de la dirección y el movimiento de los ojos y las miradas, si quieres conocer las intenciones y los patrones de pensamiento de una persona, te aconsejamos que leas sobre el rostro y la personalidad y sobre el significado de los colores y que asistas a nuestros cursos y talleres.