Se les llama Flores de Bach a un preparado con fines terapéuticos que se hace con flores silvestres. Se trata de 38 preparados distintos creados a principios del siglo pasado por el médico y homeópata inglés llamado Edward Bach (de ahí su nombre). Las hipótesis y filosofía de este profesional en medicina, se basaban en que todas las enfermedades son consecuencia de trastornos emocionales.
Bach pensaba que las emociones y los pensamientos de una persona pueden hacerla propensa a una serie de enfermedades. Por ejemplo, el miedo puede dañar los riñones, la ira puede afectar al hígado, el estrés a todo el cuerpo…
Cada vez son más las investigaciones que aseguran que las emociones tienen un efecto determinante en nuestra salud y que no sólo afectan a nuestro sistema inmunológico sino también crean predisposición a desarrollar un gran tipo de dolencias. Hay muchos estudiosos del tratamiento de las Flores de Bach que aseguran que emociones como el odio, la envidia o el resentimiento están relacionadas con enfermedades como el cáncer o la diabetes . Asimismo, las enfermedades de la piel tienen que ver con la falta de autoestima. Cuando hay cambios en nuestra vida se producen también cambios emocionales que pueden producirnos una tensión emocional que debilita nuestro sistema inmunológico y que nos hace más propensos a padecer diversas enfermedades. Así, las Flores de Bach resuelven el verdadero origen, la raíz de la dolencia.
Las Flores de Bach o esencias florales están orientadas, en un principio, a solucionar problemas emocionales y mentales; sin embargo, este remedio natural se puede utilizar para mejorar numerosas afecciones.
Sin duda, una de las etapas de mayor cambio emocional en una mujer es el periodo de embarazo. El miedo, la inseguridad, la preocupación, los cambios de humor… Todo ello puede tratarse con las Flores de Bach porque, al no contener ningún elemento químico y ser naturales, no están contraindicadas para las mujeres embarazadas. Sí que es cierto que estas flores contienen un poco de alcohol, pero la cantidad que se toma es muy pequeña: en cada toma de Flores de Bach una persona consume entre media y un cuarto de gota de brandy. Aunque también se puede tomar el preparado sin brandy.
Asimismo, los tratamientos con Flores de Bach pueden utilizarse también en niños y en bebés. Las dolencias más habituales para las que pueden ser utilizadas las flores en estos pequeños son: problemas para dormir, enuresis nocturna, miedos, rabietas, hiperactividad, timidez, nerviosismo, pubertad.
En animales también se pueden utilizar las Flores de Bach. Ellos también tienen emociones, y las experiencias negativas que hayan sufrido o las emociones desagradables se pueden tratar con unas gotas de Bach.
Como ya se ha mencionado, son 38 los preparados diferentes realizados con estas flores y que no tienen ni efectos secundarios ni interfieren con otros medicamentos que la persona pueda estar tomando. Este preparado es a base de flores porque, precisamente, la vida de las plantas se concentra en sus flores y la flor es la que tiene la semilla que volverá a dar vida una vez plantada.
En la filosofía de este tratamiento está también una actitud positiva: no habrá curación posible si no va acompañada de una actitud mental dirigida a la tranquilidad y a la felicidad interior. Y esto es aplicable en todos los ámbitos, una mente predispuesta a curarse lo hará mucho antes desde luego.
Antes de utilizar este método, la persona tiene que reconocer sus estados de ánimo, ponerse en manos de las flores y confiar en este tratamiento para recuperar la salud y el bienestar. Tenemos que activar el conocimiento de nuestro estado de ánimo para así activar el proceso de curación.
Las esencias florales de Bach ayudan a restablecer nuestro equilibrio interior y nos proporcionan una energía muy beneficiosa.
Las Flores de Bach o esencias florales de Bach se pueden tomar directamente del gotero o diluyendo las gotas en agua. La posología habitual suele ser colocar cuatro gotas de la fórmula debajo de la lengua (o diez gotas diluidas en agua).
Generalmente las tomas se distribuyen en cuatro veces diarias. También se pueden diluir las Flores de Bach en un pulverizador con agua para rociarse la mezcla por todo el cuerpo. Asimismo, hay personas que utilizan este remedio diluyendo la esencia de las flores de Bach en el agua del baño: se añaden 25 gotas del concentrado en una bañera con agua tibia, la persona se sumerge en ella durante 20 minutos y, después del baño, se va a descansar o a dormir para que el efecto de las flores siga actuando durante toda la noche.
El tratamiento con las esencias florales no tiene efectos secundarios ya que son un preparado natural a base de flores silvestres. Tampoco crean adicción ni tiene efectos negativos en caso de sobredosis accidental. Eso sí, su consumo puede tener efectos leves en el inicio del tratamiento. Por ejemplo, al comenzar a tomarlas parece que los síntomas de la afección que queremos curar, empeoran, pero es una situación que en tan solo dos días remite. Cuando se comienza el tratamiento, los sueños se pueden volver más intensos y también puede haber reacciones físicas como resfriados, sarpullido, diarreas… Asimismo, el tratamiento se puede combinar con otras terapias y también con otros medicamentos porque no interfieren en el efecto de estos.
El tiempo en el que se pueden utilizar los tratamientos con Flores de Bach depende mucho de cada persona, de su grado de sensibilidad y del periodo que haya estado arrastrando su dolencia. Los resultados del tratamiento, generalmente, comienzan a observarse en los primeros días y muy evidenciables al cabo de un mes de comenzar con esta terapia.