Para no dañar la garganta, debemos evitar el carraspeo y la tos exagerada. Un descanso adecuado también es fundamental para nuestras cuerdas vocales con el fin de disminuir las posibilidades de afonía.
Mal llamada “afonía”, la disfonía es un trastorno de la voz cuando se altera su calidad, pero sin desaparecer por completo. Puede haber diferentes causas y tipos. Conoce más sobre ella en el siguiente artículo.
Tipos y causas de disfonías
Existen dos tipologías de disfonías: funcionales y orgánicas. Las primeras surgen por una complicación en la laringe, por nódulos, pólipos, quistes, edemas o úlceras o por problemas de inhibición, espasmódicas, psiquiátricas, etc.
En el caso de las disfonías orgánicas suceden por una lesión en los órganos de fonación. Por ejemplo por enfermedades congénitas en la laringe o extralaringe, por problemas hormonales, neurológicos o bien por alteraciones quirúrgicas o traumáticas.
Entre las causas más comunes de disfonía podemos destacar:
- Resfriados
- Laringitis crónica: por tabaco, tos prolongada, medicación inhalada, ambientes contaminados, infecciones respiratorias.
- Laringitis aguda: relacionada a los problemas respiratorios más frecuentes.
- Lesiones en las cuerdas vocales (benignas): edema de Reinke (común en mujeres, por abuso de la voz y el tabaco), nódulos (factor psicológico, alergias, infecciones o reflujo) y pólipos (fumar, reflujo o abuso de la voz).
- Disfunciones neurológicas: muchas enfermedades pueden provocar un parálisis bilateral o unilateral de las cuerdas vocales, tales como Parkinson, lupus, artritis o esclerosis múltiple.
- Enfermedades sistémicas: hipotiroidismo, lupus, o aquellas autoinmunes.
- Lesiones malignas: cáncer de laringe por tabaquismo o alcoholismo.
¿Cuáles son los mejores remedios naturales para la disfonía?
- Beber caldos de calabacín o borraja, dos vegetales ricos en mucílagos que suavizan las mucosas.
- Triturar en la licuadora una cebolla con dos cucharadas de miel. Colar y beber tres cucharadas por día.
- Hervir una taza de agua y añadir el zumo de un limón. Hacer con esta preparación gárgaras tibias dos veces por día.
- Hervir una taza de agua y una cucharadita de llantén. Dejar enfriar y hacer gárgaras.
- Añadir a una taza de agua hirviendo una cucharadita de tomillo. Dejar reposar 10 minutos, colar. Añadir el zumo de medio limón y una cucharada de miel. Beber como té.
- Consumir zumo de piña o rodajas de esta fruta natural. Sus ingredientes sirven para revitalizar los tejidos de la laringe y cuerdas vocales.
- Hacer gárgaras varias veces diarias con una cucharada de sal gruesa mezclada en una taza de agua caliente.
- Llenar el lavabo con agua hirviendo. Colocar el rostro cerca y una toalla por sobre la cabeza para podes respirar por la nariz el vapor.
- Cortar dos puerros grandes y ponerlos a hervir por 20 minutos en un litro de agua. Colar como caldo y beber varias veces al día.
- Extraer el zumo de un limón y mezclarlo en media taza de agua con media cucharadita de bicarbonato de sodio. Beber una vez al día.
- Hervir en un litro de agua 200 gramos de zanahorias, por 10 minutos. Cortar en rodajas y exprimir. Mezclar con una cucharada de miel y consumir a diario.
- Mezclar una taza de agua hirviendo con una cucharada de romero. Tapar y dejar que se enfríe. Hacer gárgaras varias veces por día.
- Beber una infusión de cáscara de mandarina (con una fruta por taza de agua).
- Preparar un té con 1 cucharada de eucalipto (las hojas) por cada taza de agua hirviendo. Dejar enfriar tapado. Colar y hacer gárgaras las veces que sea necesario.
- Hervir un litro de agua con un puñado de clavo de olor, 1 cucharada de miel y el zumo de un limón por diez minutos. Beber tibio antes de dormir.
- Hervir medio litro de agua con 1 cucharada de cebada, 15 minutos. Colar y añadir una cucharada de miel. Hacer gárgaras al menos tres veces por día.
- Lavar hojas de col crudas y añadir zumo de limón, sal y aceite de oliva. Consumir al mediodía y a la noche.
Cómo evitar la disfonía
Para que no sufras de este problema, deberás tener en cuenta los siguientes consejos:
- Evita el ruido ambiente. Es que al estar obligado a levantar la voz, las cuerdas vocales se van dañando. Por ejemplo, en recitales, restaurantes muy concurridos, medios de transporte, una avenida transitada, etc. Si le sumas el smog, la contaminación, el cigarrillo y el alcohol el cuadro empeora.
- No hables por encima de tus posibilidades: tienes una resistencia puntual para hablar según tus características y tu entrenamiento vocal. No sobrepases tus límites, al gritar, cantar en voz muy alta, etc. Por día se pueden hablar 4 horas en total y cantar dos.
- Utiliza bien tus recursos vocales: esto quiere decir que recuerdes respirar bien antes de hablar, no encolerizarte, no levantar la voz por que sí, etc.
- No fumes: el cigarrillo hace mal por donde se lo mire. En relación a la disfonía, provoca irritación y sequedad por estar compuesto por sustancias tóxicas.
- Mantén una buena hidratación: ten en cuenta que tus cuerdas vocales deben estar bien humectadas, por lo que bebe por lo menos 2 litros de agua por día. Evita el alcohol y el café, porque disminuyen la lubricación necesaria. El ambiente seco complica la situación, así como algunos medicamentos (como ser los antihistamínicos o los antidepresivos).
- Duerme lo suficiente y evita gritar: al menos 6 horas de sueño por día para evitar el cansancio vocal y aumentar las posibilidades de sufrir disfonía u otras lesiones. Gritando pueden aparecer nódulos.
- Evita aclarar la garganta o toser con fuerza: para poder hacer lo primero puedes respirar bien profundo, mantener la respiración unos instantes y luego exhalar rápidamente.