Si alguna vez escuchaste sobre esta sorprendente planta asiática y aún no sabes de todos sus beneficios, nosotros te contamos porqué sería una buena idea incluirla en tus suplementos alimenticios.
Conocido como nogal japonés, el ginkgo biloba es único por ser uno de los árboles más antiguos del mundo. Se le considera un “fósil viviente” por contar con más de 150 millones de años de existencia en nuestro planeta. Este curioso árbol es originario de China y Japón, donde también se le conoce como albaricoque plateado. El hábitat de éste árbol se ocultó de la ciencia hasta principios del siglo XX, donde fue descubierto un bosque al sur del río Yangtze Kiang, los cuales se consideraban ya extintos y donde algunos ejemplares alcanzaban los 2, 500 años de existencia. Suelen alcanzar los 30 metros de altura y se relaciona genéticamente con las coníferas.
Sus hojas poseen un diseño único y muy característico en forma de abanico, son las que poseen un alto contenido en glucósidos, flavonoides y terpenoides. Estas sustancias actúan en el cuerpo como antioxidantes y anticoagulantes, evitando la formación de trombos en la microcirculación.
Son precisamente sus hojas las que convierten al ginkgo biloba en una fuente medicinal que actualmente es empleada en terapias que combaten el alzheimer y las pérdidas de memoria, ya que su acción favorece el riego cerebral y la circulación periférica.
Su acción benéfica en el cuerpo era muy conocida en la medicina tradicional china; formaba parte del tratamiento principal que mejoraba las condiciones cognitivas en las personas mayores. Tanto hojas como frutos han sido empleados para eliminar el tinnitus (zumbidos en el oído) o la claudicación intermitente (dolor en las piernas ocasionado por la mala circulación) ya que mediante su acción vasoconstrictora refuerza la resistencia capilar.
Los principales activos que poseen las hojas del ginkgo biloba son los flavonoides ginkgetina, isoginkgetina, proantocianidinas y los terpenos. La importancia de los flavonoides es vital porque son los encargados de reforzar las paredes en venas y arterias lo cual mejora notablemente la circulación. También impide la sedimentación de las plaquetas dentro de los vasos sanguíneos. Gracias a su acción vasodilatadora arterial, aumenta el riego sanguíneo disminuyendo la resistencia de las arterias pequeñas, lo que se traduce en la mejoría de los trastornos originados por la aterosclerosis.
Dentro de los beneficios comprobados en nuestra salud, podemos mencionar los siguientes: mejora notablemente la circulación periférica, activa la mente y conserva la memoria, fortalece la agudeza visual y favorece la correcta oxigenación del ojo y disminuye considerablemente la disfunción sexual.
El ginkgo también renueva la actividad cerebral frenando la sintomatología de una irrigación sanguínea deficiente. Al ser un producto que favorezca la microirrigación, aumenta el suministro de oxígeno en los tejidos finos (cerebro) protegiéndolo de la falta de riego o hipoxia y de los derrames cerebrales que pueden conducir a la muerte o parálisis de alguna parte del cuerpo. Como resultado de su ingesta regular, el cerebro aumenta su resistencia y evita la ruptura de sus tejidos, lo que resulta muy beneficioso ya que mejora notablemente la memoria de corto plazo y beneficia gratamente a los procesos mentales.
Como cualquier medicación y a pesar de ser un extracto de origen natural, el ginkgo biloba debe ser consumido de acuerdo a la prescripción de un profesional de la salud en las dosis recomendadas. Deben abstenerse de consumirlo personas que padezcan de hipertensión, problemas de corazón y trastornos de sangrado (hemofilia). No se recomienda su uso durante el embarazo, la lactancia o combinado con otros medicamentos como anticoagulantes. Durante su consumo, debe evitarse la asociación de fármacos como la aspirina, heparina y warfarina. No consumirse si se está tomando antidepresivos y antidiabéticos ya que en éste caso, podría modificar la concentración de azúcar en la sangre.
Psicologia y Autoayuda