La Artemisa vulgaris o hierba de San Juan es una planta aromática de tallo herbáceo, con una amplia distribución, es una planta que se emplea con fines curativos en forma de cataplasmas, tisanas, aromaterapia… teniendo múltiples propiedades como sedante, antiespasmódica, relajante, tónico digestivo…
La moxa se produce con la planta de artemisa desecada y compactada, en particular su raíz pudiendo incluirse las hojas. La moxa se puede emplea para la confección de; puros de moxa, conos de moxa, además del empleo de la moxa de artemisa con otros utensilios.
Su olor característico, su fácil encendido y el calor irradiado por el puro de moxa de artemisa lo hacen ideal, para utilizarlo en la Medicina Tradicional China como técnica de calor sobre los puntos de acupuntura o en otras localizaciones. empleados todos ellos por la Medicina Tradicional China en su repertorio terapéutico y en particular dentro de las técnicas de moxibustión.
La moxibustión pertenece a las técnicas terapéuticas que se emplean en la Medicina Tradicional China. La moxibustión como indica su nombre, es la combustión de la moxa, en cualquiera de sus presentaciones, además de la fragancia de su humo, que es intenso pero agradable produciendo los mismos efectos que el incienso, tenemos el efecto que produce su calor que es la principal función empleada en la moxibustión. En la moxibustión la aplicación del calor puede ser directa o indirecta, la más frecuente es el empleo indirecto, ya que el directo es la aplicación por medio de los conos o con la aproximación del puro hasta conseguir la cauterización de la piel, que puede resultar muy molesto, y en la actualidad en occidente no se emplea.
La moxibustión tiene los mismos efectos que la aplicación de la acupuntura, ya que se aplica sobre los puntos que se encuentran distribuidos sobre los meridianos. Un plus que tienen la aplicación de la moxibustión, es en particular, en las situaciones de vacío de energía, por medio del calor aplicado se pueden subir los niveles de energía, eliminar el frío interno, disolver el Tam flema… También por medio del calor se puede dispersar la energía, por el incremento del QI que favorece que se disipe el estancamiento o bloqueo del Qi. Podemos utilizar conjuntamente la acupuntura y la moxibustión por medio de la aplicación de calor sobre la aguja, por ejemplo… Podemos decir que la moxibustión beneficia en:
Los puros de moxa de artemisa están diseñados para la aplicación de calor, por medio de la combustión de la artemisa, de forma directa sobre la piel o sobre el mango de la aguja de acupuntura.
Podemos encontrar dos tipos de puro de artemisa; por un lado tenemos los puros de artemisa natural, estos hacen humo, y por otro tenemos las moxas que no hacen humo que se confeccionan con la artemis carbonizada.
El hecho de que se emplee la artemisa es por su fácil acceso, gracias a su sencillo cultivo y por otro lado, es una planta aromática, con características de combustión apropiadas para poder manejarla en diferentes presentaciones. Todas estas propiedades la hacen ideal para su empleo en la terapia de moxibustión.
Se puede decir, en términos generales que la aplicación de calor, en este caso por medio de la moxa de artemisa, se da en todas las situaciones en las que encontremos estancamientos, frío de origen exógeno o de origen endógeno. Con la aplicación de la moxibustión se producen efectos locales, con el incremento de la emisión de radiación térmica que termina por estimular la cinética molécular del tejido tratado, pero, además, cuando se realiza sobre los puntos de acupuntura (zonas de elevada conductancia eléctrica) los efectos pueden tener una respuesta sistémica.
Las técnicas en las que se emplea el calor y los infrarrojos como tratamiento, son múltiples, siendo este fundamental para una correcta función celular, con la moxibustión restablecemos las inercias y la dinámica tisular, de forma que se agilizan los mecanismos de reparación. El medio interno de las diferentes especies requiere de una temperatura determinada asociada a su origen, esta es una de las conclusiones de René Quinton, de la misma forma que René Quinton determinó las temperaturas internas de las diferentes especies, los orientales seleccionaron la artemisa no de forma azarosa. El empleo de la moxa de artemisa no es baladí, la moxa alcanza una temperatura de 640 k, despidiendo una energía con una longitud de onda semejante a la del sol, siendo importantes desde la perspectiva oriental para la correcta aplicación de la terapia de moxibustión. Como conclusión decir, que la aplicación de la moxibustión parece algo rudimentario, pero sin dejar de ser así, tiene una serie de características que la hacen especial; la emisión de una temperatura ideal con el efecto propio del calor, además, está el efecto infrarrojo que aumenta la penetrancia del calor por radiación y a eso sumarle la capacidad de dirigir con el puro de moxa las zonas a tratar. Es una técnica milenaria que en la actualidad está vigente y es más que interesante experimentar sus efectos.
En un metaanálisis se demostró que el empleo de al moxibustión en el insomnio primario resultaba más efectiva que el empleo de los medicamentos occidentales, la medicina china oral y otras terapias de MTC. También se menciona que la calidad de los estudios era baja, ademá de no apreciarse efectos adversos relevantes, con una tasa de eventos adversos muy baja. En las conclusiones sobre la efectividad y seguridad de la moxibustión para el insomnio se considera que las evidencias son insuficientes, debido a los pequeños tamaños muestrales, con alto riesgo de sesgo de los estudios. Siendo una técnica de interés concluyen los investigadores que son necesarios ensayos clínicos más rigurosos, para valorar de forma apropiada sus efectos.
Desde la antigüedad la moxibustión se han empleado para corregir la presentación de nalgas de los fetos, de forma que por medio de la aplicación de la moxibustión se puede facilitar la presentación cefálica en los fetos que vienen de nalgas. En la revisión se muestra que la moxibustión facilita la versión cefálica, según los estudios revisados, sólo que estos son antiguos, acusando los investigadores que en la actualidad hay escasez de investigaciones de este efecto de la moxibustión. En otro estudio “versión cefálica por moxibustión para la presentación de nalgas”se concluye: “Esta revisión encontró evidencia limitada para apoyar el uso de moxibustión para corregir la presentación de nalgas. Existe alguna evidencia que sugiere que el uso de moxibustión puede reducir la necesidad de oxitocina. Cuando se combina con la acupuntura, la moxibustión puede provocar menos nacimientos por cesárea; y cuando se combina con técnicas de manejo postural puede reducir el número de presentaciones no cefálicas al nacer, sin embargo, existe la necesidad de ensayos controlados aleatorios bien diseñados para evaluar la moxibustión para la presentación de nalgas que informan los resultados clínicamente relevantes, así como la seguridad de la intervención.” De forma que sí existen evidencias, peor como pasa en muchos de estos estudios, es necesaria una mayor calidad.
Se ha empleado la aguja caliente en múltiples dolencias de traumatología y como no podía ser menos, también se ha empleado para el tratamiento de las hernias de disco lumbares. En un metanálisis en el que se evaluó el efecto de la moxibustión en las hernias de disco lumbar, esta técnica fue comparable con el empleo de los AINEs, que aunque no parezca trascendente, sí lo es, tengamos en cuenta que el consumo crónico de AINEs puede resultar altamente perjudicial, cosa que no sucede con el empleo de la moxibustión. Pudiendo ser una buena alternativa, sobre todo, para aquella personas que tengan contraindicado el consumo de antiinflamatorios. Existen muchos otros estudios que justifican el empleo de la moxibustión en el arsenal terapéutico. Pero también se desprende de ellos, que es necesaria la realización de más ensayos de calidad, para que le den más solidez a los tratamientos con moxibustión.
Fundación René Quinton