Hay personas y me incluyo, que nos encanta el picante y se lo añadimos a todo. Y hay quien disfruta con un toque de sabor en algunas recetas. Si se utiliza bien el picante tiene múltiples beneficios para la salud. Mostaza, pimienta, cúrcuma, ají, entre otros.
Te revelamos cuáles son los mejores picantes y cómo usarlos para disfrutar y además, cuidarte.
El mundo de las especias es interminable y estas en concreto, además de dar sabor, hay quien lo añade en la dieta por su efecto acelerador del metabolismo.
Seguro que ya has oído que el picante ayuda a adelgazar, pero... ¿cómo lo hace?
Hay estudios que han visto que estas sustancias favorecen la liberación de endorfinas y serotonina, y esto nos lleva a un estado mental más positivo.
La capsaicina combate la inflamación de las arterias y mejora la circulación. Además, las especias sustituyen muchas veces a la sal en los platos, con lo que se reducen sus efectos sobre la tensión arterial, disminuyendo así el riesgo de enfermedades cardiovasculares.
El picante actúa como un auténtico “repelente” de microbios: antes de que existieran sistemas frigoríficos se añadía chile a las comidas para facilitar su conservación. Además, se ha demostrado que bloquea los receptores del dolor.
Las especias que están compuestas por sustancias picantes combaten el efecto de los radicales libres, con lo que previenen el envejecimiento y el deterioro celular.
Un estudio de la Universidad de California revela que reduce el riesgo de diabetes porque ayuda a mantener estables los niveles de insulina en sangre.
Se puede añadir algo de picante de vez en cuando para alegrar los platos. Por el contrario, su abuso puede perjudicar la mucosa del tracto gastrointestinal provocando úlceras, diarrea, hemorroides, etc.
¿Cómo tomarlo? Puedes consumirlo de forma natural, espolvoreado en las comidas; exprimido como el caso del tabasco, o en forma de infusión mezclando el picante con otras hierbas.
Si te has excedido... con el picante y tienes una molesta sensación de picor que no se te va, poco y nada conseguirás bebiendo agua, pues las sustancias picantes no se disuelven en ella. Pero sí lo hacen en grasa, por lo que tomando una cucharadita de aceite o un pedacito de pan con margarina sí aliviarás el picor.
De entrada no conviene excederse porque puede irritar la mucosa gástrica, pero hay casos en los que debes extremar todavía más las precauciones.