20 Apr
20Apr

El dolor y el abuso, son algo con lo que cada uno de nosotros tendrá que lidiar, hasta cierto punto en nuestras vidas. Para algunos, experimentar circunstancias de la vida, que no parecen ser las que habían planeado, las emociones provocadas por relaciones disfuncionales, la pérdida de algún tipo, o simplemente la baja autoestima, hace que nos echemos la culpa a nosotros mismos.

Para un ego que se alimenta de la creencia de que es menos que otros, se utiliza una circunstancia aparentemente negativa, como otra oportunidad para reforzar esta creencia y llegar al auto-abuso.

En lugar de buscar el propósito mayor detrás de las circunstancias en las que se encuentran, como “tal vez todas las cosas suceden, para hacerme avanzar, o para crear espacio, para que pueda manifestar nuevas situaciones, que se adapten mejor a mí”, creen que, una vez más, han sido la causa de tal negatividad.

Pueden verse a sí mismos como indignos, no lo suficientemente buenos, o como un fracaso entre muchas otras cosas.

Identificando el ciclo de abuso y las formas de romperlo

A medida que el culparnos a nosotros mismos se convierte en la razón detrás de todo, puede convertirse en una bola de nieve, en un problema aún mayor, el auto-abuso. Cuando una persona comienza a desanimarse repetidamente, por las situaciones en las que se encuentra, puede comenzar a castigar a la persona que ve como “el problema”.

Este castigo puede tomar una variedad de formas diferentes, y puede variar en severidad. Por ejemplo, una persona puede reprenderse a sí misma, en su propia mente al criticarse a sí misma. Mientras que otra persona, puede recurrir a cortarse, o incluso a consumir drogas, como una forma de huir del dolor, o de abusar de sí mismos.

Independientemente de cuál sea la forma del abuso, volvernos contra nosotros mismos, en un esfuerzo por hacernos sentir algo, que no estamos haciendo o sintiendo naturalmente, es la única cosa que perpetúa el problema.

Si bien es posible que hayas escuchado el término “el ciclo del abuso”, en relación con las personas que están en relaciones abusivas, en realidad, es muy común que las personas experimenten eso dentro de su propio ser.

Los sentimientos de insuficiencia, hacen que la persona participe en un comportamiento auto-destructivo.

Comienzan a sentirse avergonzados, o culpables por ello, y pueden intentar detenerse, o prometerse a sí mismos que ya no lo harán más. Pero, tan pronto como otra situación, o sentimiento doloroso desencadena que el ego inferior se vuelva contra sí mismo, el ciclo de abuso comienza de nuevo.

Entonces, ¿cómo se rompe el ciclo de abuso? ¿Cómo salir del tiovivo de los comportamientos autodestructivos, a un espacio donde estos tipos de comportamientos, no son nuestra reacción natural?

Cultivar la compasión

Por extraño que parezca, cuando las cosas no están saliendo como queremos, o cuando experimentamos algún tipo de sentimiento doloroso, que no queremos sentir, no nos damos cuenta de que, estos son los momentos, en los que merecemos más amor, no menos.

Si un amigo, o un miembro de la familia, viniera a nosotros con un problema genuino, o una emoción triste, ¿le diríamos que él es el culpable de todo, y que debería estar avergonzado de sí mismo por estar triste o sentirse mal? Espero que no.

Lo más probable es que lo abrazáramos. O le ofreciéramos algunas palabras de aliento, y le dijéramos que todo iba a salir bien. Entonces, ¿por qué no nos ofrecemos el mismo nivel de empatía?

“La compasión no es una especie de proyecto de superación personal, o un ideal que estamos tratando de cumplir. Tener compasión comienza y termina, con tener compasión por todas las partes no deseadas de nosotros mismos, todas esas imperfecciones que ni siquiera queremos ver”. ~ Pema Chodron

Evolución Consciente
Comentarios
* No se publicará la dirección de correo electrónico en el sitio web.
ESTE SITIO FUE CONSTRUIDO USANDO