Las enfermedades autoinmunes están provocadas por un desequilibrio en nuestro sistema inmunitario. En lugar de defender nuestro organismo, ataca las células y provoca, entre otros síntomas, fatiga o trastornos del sueño.
En las últimas décadas se ha triplicado la incidencia de enfermedades autoinmunes. Las más habituales son: artritis reumatoide, lupus, esclerosis múltiple, diabetes tipo I, psoriasis o hipotiroidismo.
Existen más de 80 enfermedades autoinmunes diferentes. Pero hay síntomas que son comunes a todas ellas y que nos pueden hacer sospechar.
Una vez diagnosticada una enfermedad autoinmune, el médico decidirá el tratamiento farmacológico adecuado. Suelen ser tratamientos con corticoides, tratamientos inmunosupresores potentes (lupus, esclerosis múltiple), con posibles efectos secundarios importantes, o de sustitución (insulina en el caso de diabetes, hormonas tiroideas en la tiroiditis).
La elevada toxicidad de algunos de estos fármacos hace que se busquen alternativas. Un trabajo publicado en Nature en 2016 habla de investigaciones sobre nanofármacos que actúan de forma específica sobre los linfocitos T reguladores. Y muy prometedor, el trasplante fecal.
Unos hábitos saludables pueden ayudar a los pacientes en el manejo de su enfermedad mientras llegan novedades: evitar el tabaco (artritis reumatoide, lupus, esclerosis múltiple), el sol (lupus) y mantener niveles adecuados de vitamina D (lupus, diabetes, esclerosis múltiple y artritis reumatoide) pueden ayudar al tratamiento.