23 Aug
23Aug

Bok bu en coreano significa "masaje de vientre" y es una terapia tradicional, pero en Occidente no se ha conocido hasta ahora.

Lee Kuy Moon, especialista coreano en Medicina Tradicional China y fundador de la escuela de terapias orientales Cielo y Tierra de Barcelona, ejerce como acupuntor en la capital catalana desde hace 27 años y hace seis decidió comenzar a formar a terapeutas en esta técnica por sus posibilidades para equilibrar la salud.

Según este experto, "en Occidente se tiende a masajear más otras partes del cuerpo, cuando el vientre es el eje del organismo, el lugar donde se dan las principales funciones vitales y se somatizan las emociones vividas desde la infancia".

El bok bu trata el vientre como punto de partida, aunque no desestima la espalda, la cabeza u otras partes del cuerpo. Todo es importante, pero en el vientre reside la energía vital.

El tan tien o hara, un punto situado por debajo del ombligo, "une la energía del cielo y la tierra, el yin y el yang. Si se estanca o se bloquea con dolor de estómago, problemas de hígado… se bloquea la energía de todo el cuerpo. Es un barómetro de nuestra salud", afirma Kuy Moon.

Bok bu, el masaje de vientre coreano

Antes de empezar, el terapeuta explora a la persona como en Medicina Tradicional China.

"Se conecta con el paciente, nos cuenta sus síntomas y por qué quiere el masaje, se observa su cabello, mirada, gesto, color de piel, uñas, incluso la lengua, y se toman los pulsos chinos para evaluar su vitalidad y ver qué desequilibrios presenta", explica Teresa Drault, especialista en Medicina Tradicional China y bok bu del centro Cielo y Tierra.

La medicina china ve los problemas de salud como un exceso o defecto de los cinco elementos que constituyen la materia: madera, fuego, tierra, metal, agua.

Desde esta perspectiva, ansiedad, estrés, insomnio, irritabilidad, dispersión o hipertensión son síntomas yang y se interpretan como exceso de madera. Si se intensifican y causan dolor de estómago, inflamación del hígado, cefalea… revelan un exceso de fuego.

La tierra tiene que ver con preocupaciones, y en el polo más yin vemos síntomas como mirada apagada, mareos, anemia, depresión, frío, falta de entusiasmo, de apetito o de energía vital…

Con todo esto, el terapeuta procura corregir la desarmonía.

Si hay síntomas yang, se usan movimientos que bajen la energía concentrada en la cabeza y el pecho deslizando las manos una tras otra desde la boca del estómago hacia el ombligo.

Luego se deslizan las manos desde el centro hacia el costado derecho (donde se localizan hígado, vesícula biliar, ángulo hepático del colon y riñón derecho) y el costado izquierdo (bazo, cola del páncreas, ángulo esplénico del colon y riñón izquierdo). Y se acaba con unas espirales lentas hacia el ombligo.

En casos de exceso de yin, se trabaja más el tan tien, la zona entre el ombligo y el hueso del pubis, en cuyo centro se halla un punto clave, el 4 ren mai, que restablece la energía y eleva el sistema inmunitario.

En esta zona se insiste para tonificar en caso de agotamiento físico o mental, y para tratar aspectos ginecológicos.

Las emociones se reflejan en el cuerpo

Todos esos bloqueos emocionales, que pueden liberarse mediante el masaje, se detectan a diferente nivel según su antigüedad.

  • Bloqueos recientes: se manifiestan en la cara. Dicen que la cara es el espejo del alma y así parece. El sufrimiento emocional se refleja en ojeras, color apagado de la piel, el ceño fruncido, expresión melancólica, falta de vitalidad…
  • Bloqueos de 2 a 3 años atrás: se reflejan en la lengua, en la que aparece una fina capa blanquecina o saburra. El color indica si se trata de un bloqueo energético. Si es una capa blanca el bloqueo es reciente; si es amarilla se remonta a 3-4 años atrás y, si es lila, aún es más antigua y puede esconder una afección grave.
  • Bloqueos de unos 7 años: se manifiestan en el plexo solar, la zona blanda situada entre las costillas bajas y la boca del estómago, a la altura de la dorsal 4 o 5. La persona con bloqueos en esa zona puede sentir dolor o que le falta el aire. El terapeuta lo detecta al tomarle el pulso.
  • Bloqueos de 8 a más años: se manifiestan en el abdomen. Suelen ser bloqueos que se generaron en la infancia y se almacenan en el estómago. Como en el anterior caso, se detectan a través de los pulsos chinos. Se pueden liberar con masaje bok bu, acupuntura, chikung y cuidando la dieta.

Eliminar nudos de toxinas

El masaje también persigue eliminar toxinas y reponer así la salud o prevenir problemas mayores. Durante la absorción, digestión, descomposición y excreción de los alimentos se van fijando toxinas en el cuerpo. Estas son expulsadas a través de los diferentes órganos, pero cuando estos se saturan las toxinas se acumulan en los músculos y la piel.

Si estas zonas no se tratan aparece dolor y tensión, la piel y los músculos del abdomen se endurecen y crecen quistes. Esto bloquea la circulación de linfa, sangre y energía, lo que puede causar desarreglos. El masaje abdominal ayuda a eliminar toxinas reavivando los 5 órganos y las 6 vísceras y aumentando la capacidad de autocuración.

Para potenciar los efectos del masaje, el centro Cielo y Tierra incorpora la técnica kum rak (kum es "oro" y rak, "meridianos"), basada en aplicar el masaje con una especie de pesos de balanza y anillas de oro que están a unos 35 a 45 °C, según la zona tratada.

"El calor curativo que transmite el oro permite despertar la circulación, desbloquear la musculatura y puntos energéticos específicos, o tonificar. El cuerpo gestiona ese calor que entra y se equilibra", explica Teresa Drault.

Resultados reales

Cuento de una paciente; Alicia; descubrió el bok bu en un evento de terapias manuales. Hacía tiempo que tenía malas digestiones, se notaba hinchada y el estrés laboral le había afectado al carácter. Estaba irritable y cansada.

En la consulta, se le preguntó por cómo se sentía, por su alimentación, se le tomó los pulsos y se procedió a bajar su exceso de yang y a tonificarla para que no se sintiera tan cansada. Al finalizar el masaje, Alicia había logrado una relajación total y mayor consciencia de esa parte de su cuerpo.

El calor del oro le había hecho sentir reconfortada y más ligera la zona abdominal. Aquella fue la primera vez, pero siguió dándose un masaje abdominal una vez por semana, cuidando su dieta como le habíamos sugerido e intentando tomarse la vida con más calma, pese a la presión externa.

Al mes, ya no notaba el vientre hinchado, su humor había cambiado y se sentía más vital.

Aparte de abordar el estrés o la ansiedad y el agotamiento, el masaje bok bu ayuda en dietas para perder peso, en el estreñimiento, problemas del aparato reproductor, bloqueos emocionales que pueden tener su origen incluso en la infancia, o momentos de cambio que requieren mantener el equilibrio.

Un masaje de 15 minutos que puedes hacer en casa

Puedes dártelo a ti mismo, a tu pareja o a tus hijos. Lo importante es la regularidad.

Tumbados en una esterilla o en la cama, coloca las dos manos sobre el abdomen e intenta relajarlo meciendo la piel o amasándola.

  • Para conectar con bloqueos pasados, presiona los 8 puntos que rodean el ombligo con el pulgar o corazón 20 segundos hasta sentir algo de dolor. Comienza por el punto de arriba y sigue en el sentido del reloj. Deja de presionar poco a poco dibujando una espiral.
  • Si deseas eliminar toxinas: masajea con pequeños círculos alrededor del ombligo con la punta de los dedos de ambas manos, en el sentido de las agujas del reloj. Centra la presión en algunos dedos.
  • Relaja el cerebro abdominal, coloca la punta de los dedos sobre el tan tien. Masajea con círculos hacia el plexo solar e intenta relajar los puntos más duros.
  • Molestias intestinales: tras calentar el vientre presiona el punto 25 de estómago bilateral, punto doble situado a tres dedos a cada lado del ombligo. También calman los movimientos circulares y hacia el ombligo.
  • Para reducir la angustia o la ansiedad, desliza las manos una tras otra desde la boca del estómago hasta el ombligo, aplica calor en el tan tien con una almohada de semillas y acaba con una presión suave en el punto 4 ren mai.

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