A la hora de dejar de consumir drogas y hacerlo de forma definitiva, manteniéndose sobrios, los pacientes dudan acerca de las verdaderas posibilidades de lograrlo. Lo cierto es que no existe una solución mágica o aplicable de forma directa, porque el factor personal influye mucho en la forma en la que se trabajará para vencer una adicción. Sin embargo, es posible conocer los pasos más importantes y las bases para sostener una conducta que ayude a librarse de las adicciones. ¿Cómo lograr una recuperación sostenida en el tiempo?
La primera fase en el tratamiento de una adicción consiste en atacar directamente los síntomas que genera una dependencia al alcohol o a las drogas. Cuando se elimina de forma abrupta una sustancia adictiva, el cuerpo empieza a responder atacando diferentes partes del sistema nervioso y de los órganos en general, generando malestares diversos que son los que obligan al adicto a volver a consumir a la espera de eliminar dichos síntomas negativos.
La primera etapa de una recuperación sostenida en el tiempo en el consumo de drogas implica trabajar sobre el insomnio, la ansiedad y las dificultades relacionadas con los niveles de energía que pueden aparecer por la abstinencia.
El consumo de drogas y alcohol implica daños puntuales en la salud física, psicológica y espiritual de las personas. Es muy importante el acompañamiento, no solo de la familia y los amigos, sino de otras personas que hayan atravesado o estén pasando por situaciones similares. Por ese motivo, participar en grupos de ayuda es una excelente herramienta para tratar las adicciones. No se trata únicamente de lograr la sobriedad, sino de volver a establecer vínculos humanos con significado y valor interno.
Una tercera etapa en el trabajo sobre adicciones tiene que ver estrictamente con el funcionamiento familiar y las cuestiones psicológicas. La tercera etapa centrará su atención específicamente en trastornos de ansiedad, estrés crónico y depresión. Todos ellos asociados al consumo y a la superación del temor a un cambio en el estilo de vida a partir del abandono de una acción adictiva y dañina. Por otra parte, esta tercer etapa trabaja sobre las relaciones interpersonales, ya que el desarrollo de vínculos sanos se vuelve una necesidad imperiosa para ayudar al paciente a salir adelante.
Luchar con una adicción no es sencillo, pero tampoco es imposible. Lo que hay que tener es mucha energía, un fuerte compromiso para lograr el objetivo y responsabilidad. De lo contrario, en el largo plazo la recuperación no funcionará. El aporte de un tratamiento con terapia psicológica ayuda mucho a seguir manteniendo siempre la autoestima alta y los miedos bajo control, trabajando sobre dudas y temores para poder canalizar esa energía adecuadamente.
También es bueno identificar personas, lugares y situaciones relacionadas con el hábito de consumo para poder trabajar en reemplazarlas y resignificarlas, de manera que no sigan teniendo ese vínculo directamente relacionado con lo negativo del consumo adictivo de una sustancia particular. Los grupos de trabajo son muy útiles para trabajar en adicciones porque permiten vislumbrar otros casos y rasgos que al repetirse forman parte del patrón de conducta adictivo. De todas formas, siempre bajo la tutela de un terapeuta y el acompañamiento de familiares y amigos que entiendan la gravedad de la situación y tengan la fortaleza para acompañar en el proceso de desintoxicación y sobriedad.
Los consejos e indicaciones deben aplicarse de manera progresiva. De un día a la vez, y con responsabilidad. De esa manera podrás ver resultados positivos en el corto plazo, pero no hay que confiarse. La lucha contra las adicciones es de largo plazo y siempre está latente. Por lo tanto, a mantener siempre la responsabilidad y el compromiso, así como el apoyo de los seres queridos que forman parte del entorno cercano y ayudan en momentos de debilidad a entender cómo salir adelante y que un tropezó no es caída cuando se trata de luchar contra una adicción.
Psicología y Autoayuda