Después de una comida, los niveles de glucosa en sangre aumentan y nuestro páncreas responde secretando insulina para que esta hormona impulse o lleve esa glucosa a las células principalmente para la producción de energía. Si la cantidad de glucosa que se produce después de una comida está al nivel de la cantidad que las células necesitan para la producción de la energía, es lógico deducir que los niveles de azúcar en sangre caen a un rango de ayuno y entonces la producción de insulina disminuye.
Pero cuando llevamos una exagerada dieta basada en carbohidratos refinados y azúcares simples, la cantidad de glucosa generada estará por encima del nivel de azúcar que las células necesitan. El páncreas aumenta también la producción de insulina para transportar este combustible (glucosa) a las células. La insulina " toca a la puerta" de las células para proceder a la entrega de su "carga": las células "abren" pero solo reciben la cantidad necesaria para la producción de la energía (ATP). La cantidad de glucosa no recibida por las células queda circulando en la sangre. En consecuencia los niveles de azúcar no caen haciendo que el páncreas libere más insulina para contrarrestar la glucosa.
En este momento la insulina es excesiva y se convierte en un problema porque promueve la obesidad al convertir en grasa los niveles de azúcar sobrantes dando lugar a una multitud de enfermedades asociadas a la obesidad como la aterosclerosis, la hipertensión, las anomalías de los lípidos, la diabetes tipo II y el cáncer.
El término médico para esta condición es hiperinsulinemia.
Los niveles excesivos en sangre de la hormona insulina ocurren en respuesta a elecciones dietéticas deficientes, falta de actividad física y envejecimiento normal.
Los siguientes estudios publicados indican que los niveles altos de insulina impulsan el desarrollo y la progresión de muchos tipos de tumores malignos:
Los niveles elevados de insulina están asociados con el desarrollo de cánceres agresivos y metastásicos que tienen un pronóstico desalentador.
Las cifras alarmantes de los cánceres relacionados con la insulina han inspirado a los investigadores a descubrir por qué existe una conexión tan estrecha entre los niveles altos de insulina y el cáncer. Y en los últimos años, los investigadores han descubierto mecanismos detrás de esta conexión mortal de insulina/cáncer.
Los altos niveles de insulina desencadenan una división celular rápida, mientras que al mismo tiempo los niveles elevados de azúcar y grasa en la sangre proporcionan combustible metabólico para la expansión del tumor. (estudio).
En respuesta a la insulina y a la glucosa crónicamente elevada, algunas células pierden el control de sus genes reguladores del ADN, que es el sello distintivo de la malignidad. Se cree que esta secuencia de eventos promueve el cáncer, al menos en las células del colon y posiblemente en aquellas de todo el cuerpo.
Por su propia naturaleza, la insulina es un factor de crecimiento, lo que significa que estimula naturalmente el crecimiento celular. El problema es que una vez que ha surgido una célula cancerosa, demasiada insulina provoca una sobre-estimulación. Esto da como resultado una mayor proliferación, migración e invasión de las células cancerosas, y todos los factores que las hacen tan mortales (estudio).
Otra razón por la que el exceso de insulina promueve el cáncer es porque causa un estrés oxidativo dañino.
Las investigaciones han demostrado cómo la insulina crónicamente elevada aumenta rápidamente el daño del ADN.
En un desarrollo oportuno, los científicos han demostrado cómo dos extractos de plantas se enfocan en los niveles de insulina y glucosa después de la comida: el clavo de olor y la canela.
El extracto de clavo tiene una impresionante capacidad para controlar la glucosa en sangre después de las comidas.
En un interesante estudio, los investigadores encontraron que un extracto soluble en agua del capullo de clavo de olor (Syzygium aromaticum) reducía el azúcar en la sangre después de comer.
El extracto de clavo contiene polifenoles que pueden regular la glucógeno fosforilasa, la enzima responsable de liberar glucosa en el torrente sanguíneo que se almacena en el hígado y los músculos en forma de glucógeno. (estudio)
La inhibición de la glucógeno fosforilasa con clavo de olor puede ayudar a bloquear el exceso de liberación de glucosa en el torrente sanguíneo.
Estos beneficios se observaron cuando el extracto de clavo se administró a ratones diabéticos, donde suprimió las elevaciones de glucosa en sangre y las lecturas de HbA1c (prueba de hemoglobina glicosilada durante los últimos tres meses). (estudio)
Para responder a esta pregunta, los científicos dividieron un grupo de voluntarios en dos grupos de acuerdo con los niveles de glucosa basales: uno con niveles normales de glucosa y otro con niveles altos de glucosa. Todos los sujetos recibieron 250 mg de extracto de clavo al día durante 30 días.
Para ambos grupos, las lecturas de glucosa cayeron significativamente el día 12 y continuaron disminuyendo durante todo el estudio hasta que los valores de glucosa después de la comida estuvieron aproximadamente al mismo nivel que los valores anteriores a la comida.
El grupo con alto contenido de glucosa mostró una mejoría mayor, lo que indica un mayor beneficio para esta población en riesgo. Nadie experimentó niveles anormalmente bajos de glucosa en sangre, por lo que el extracto de clavo es más seguro que los medicamentos hipoglucemiantes que pueden provocar lecturas peligrosamente bajas.
El extracto de clavo revierte las sobrecargas de glucosa después de las comidas en dos horas.
El extracto de canela reduce la glucosa, la insulina y el colesterol en personas con niveles elevados de glucosa sérica.
La Canela (Cinnamomum verum, Cinnamomum zeylanicum) tiene una larga historia de usos como agente aromatizante, conservante y agente farmacológico.
Varios estudios en humanos han demostrado efectos beneficiosos de la administración de suplementos de canela en la glucosa circulante, los lípidos y/o la insulina.
En un estudio, sujetos con diabetes tipo 2 que recibieron 1, 3 o 6 g de canela molida por día durante 40 días mostraron reducciones significativas en la glucosa sérica en ayunas (18-29%), triglicéridos (23 -30%), colesterol LDL (7-27%) y colesterol total (12-26%) sin cambios significativos en el grupo placebo. Varios estudios humanos de seguimiento también informaron efectos beneficiosos de la canela en personas con diversos grados de intolerancia a la glucosa que van desde la diabetes normal a la diabetes tipo 2.
La canela reduce el azúcar en la sangre y combate la diabetes porque imita los efectos de la insulina y facilita el transporte de glucosa a las células. Su efecto es inmediato y se mantiene al menos por 12 horas. (estudio)
☛ IMPORTANTE: Esta información no es, ni sustituye en ningún caso la consulta, tratamiento o diagnóstico del profesional de la salud competente. (Quisoma)