15 Nov
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Parte de la familia de vegetales de girasoles, la alcachofa es en realidad un cardo perenne. Cultivadas originalmente en la región mediterránea, las alcachofas se volvieron escasas después de la caída del Imperio Romano. Tuvieron su regreso en Italia en los años 1500 y después aparecieron en América después de su introducción por los jardineros franceses y españoles.

Beneficios a la Salud de las Alcachofas

Las alcachofas proveen un 28 por ciento de la dosis recomendada diaria de fibra, la cual es importante para mantenerse “regular”, al ayudar en la digestión. La fibra también puede ayudar a reducir el azúcar en la sangre y los niveles de presión sanguínea, prevenir inflamación y proteger la salud del corazón, y reducir sus niveles de lipoproteína o “mal” colesterol. La cinarina en las alcachofas (observa el nombre botánico) aumenta la producción de bilis en su hígado, lo cual a su vez se deshace del colesterol de su cuerpo.

Otro beneficio de las alcachofas es el 25 por ciento del requerimiento diario de vitamina C, también conocido como ácido ascórbico, que provee de acción antioxidante para proteger a las células del daño de los radicales libres (como la contaminación del aire), que son formados mientras nuestros cuerpos convierten el alimento en energía. La vitamina C también proporciona colágeno para ayudar que las heridas se sanen rápidamente y protege al cuerpo de la enfermedad al ayudarle a absorber hierro.

Adicionalmente, las alcachofas contienen un 24 por ciento del DV de vitamina K (otro antioxidante) y folato (22 por ciento, para hacer y mantener a las células de ARN y ADN, y para ayudar a prevenir la anemia). Los minerales también son abundantes, sirviendo buenas cantidades de magnesio, manganeso, cobre, potasio y fósforo.

Estudios Hechos Sobre las Alcachofas

Se descubrió que los extractos de las partes comestibles de la alcachofa tuvieron efectos negativos en células de cáncer de mama en pruebas clínicas realizadas en el 2011. Se demostró que el movimiento e invasión de células cancerígenas fue “inhibido extraordinariamente”, indicando las capacidades de las alcachofas en la lucha contra el cáncer. Otras pruebas mostraron que las alcachofas no solo exhibían un potencial antioxidante importante, sino que también alentaron la actividad de células cancerígenas de hígado.

Se descubrió que un flavonoide en la alcachofa llamado silimarina es un quimiopreventivo para el cáncer de piel o un agente anti-carcinógeno en un estudio del hospital universitario en Cleveland. Tanto la alcachofa como el té verde fueron considerados por el estudio como agentes naturales con la capacidad de bajar y hasta prevenir los cánceres de piel en las personas.

Sopa de Puerro y Alcachofa

Ingredientes:

  • 2 dientes de ajo, rebanados finamente
  • 1 cucharada de aceite
  • 2 puerros, lavados y rebanados (sólo la parte blanca)
  • 1 papa, en cuartos y finamente rebanada
  • 6 hojas de lechuga, rebanadas en tiras de ¼ de pulgada
  • 1 cucharada de perejil fresco, picado
  • 2 hojas de menta, picadas
  • Sal y pimienta recién molida al sabor
  • 5 ½ tazas de agua
  • 1 cucharada de arvejas frescas
  • Tofu, rallado fresco

Preparación:

  1. Prepare las alcachofas quitándoles las hojas externas duras. Corte y deséchese de ⅔ de la parte superior de las hojas internas. Córtelos en cuartos, quíteles las barbas y rebane los corazones sin barba en piezas pequeñas.
  2. Caliente el aceite en un sartén grande. Añade los puerros preparados, alcachofas, ajo, papa, lechuga, perejil y hojas de menta. Agréguele un poco de sal para sazonar y ½ taza de agua, mezclándolo constantemente hasta que todos los vegetales se hayan aguado – alrededor de 5 minutos.
  3. Añade las arvejas frescas y lo que quede de agua y póngalo a hervir. Reduzca el fuego y deje enfriar por unos 20 minutos.
  4. Agregue sal al gusto. Si prefiere, haga puré de la sopa para una textura más suave. Sirva en recipientes y adorne con el tofu.
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