La diarrea es una disfunción digestiva por la que el intestino deja de funcionar correctamente como un órgano de absorción de sales, compuestos orgánicos y el agua del bolo alimenticio y, al contrario, vierte por presión osmótica líquido al tracto fecal, diluyendo las heces e incentivando la pérdida de nutrientes.
Las causales son variadas Puede deberse a múltiples motivos- entre ellos a una pérdida de la flora intestinal por la acción de los antibióticos, pero más se produce por el ataque de virus y aunque generalmente suele ser un trastorno pasajero, a veces llega a constituirse en un problema crónico que genera graves problemas de deshidratación y desnutrición, como en el síndrome del intestino irritable.
Consumir alimentos ricos en potasio, como jugos de fruta, bebidas para deportistas, papas sin cáscara y bananas. Durante la diarrea se pierde mucho potasio. Consume alimentos ricos en sodio, como sopas, caldos, galletas con sal. La sal ayuda a retener agua y evitar la deshidratación, algo vital.
Si estás solo y sin ayuda, resiste tomando mucho líquido con sal y algo de azúcar, hasta que puedas recibir ayuda lo antes posible. Dos o tres días con diarrea son un problema declarado, en estos tiempos comunicados pide ayuda si es que no puedes acudir por tus medios a un sitio de Atención Primaria de Emergencias.
Los yogures, los de verdad, no esos dulces comerciales de leche que nos venden por tales, (mejor tener Rejuvelac hecho en casa), actúan de probióticos, nos aportan bacterias que refuerzan la flora bacteriana, uno de nuestros mejores aliados para reponer la absorción intestinal. Un yogur o dos diarios tras las comidas que deben llevar sopas de verduras, por ejemplo, pueden ser determinantes para recuperar el buen estado digestivo.
Cuando el estómago se afirma, los expertos recomiendan consumir arroz blanco, patatas hervidas, zanahorias cocidas, entre otros.
Además, aconsejan evitar alimentos que puedan empeorarla como los ricos en grasa, especialmente fritos; con mucha fibra (frutas cítricas), pasteles, galletas, café, jamones, embutidos, etc.
La idea es saber que la grasa es menos fácil de digerir y cuando tenemos el intestino alterado no conviene forzarlo, pero a la vez necesitamos proteína de calidad.
Las patatas y zanahorias en forma de puré son uno de los mejores astringentes que podemos encontrar; en el intestino revierten la pérdida de agua y la baja absorción, dando consistencia a las heces. Además aportan azúcares y sales que son fundamentales cuando el tracto inferior digestivo no funciona como debe. No olvidemos al arroz, su acción es similar a la de los tubérculos, aumenta la consistencia de las heces y aporta azúcares directos, que en este caso son necesarios por su fácil absorción, ya que por pérdida de líquidos nos encontraremos desnutridos, momentáneamente. Incluir con cuidado plátanos y manzanas, su acción astringente y altamente calórica los hacen recomendables. Las manzanas además, aportan agua fácil de retener.
No todos los episodios de diarrea requieren valoración médica inmediata. La siguiente información puede ser útil a la hora de decidir cuándo es necesaria la valoración por parte de un médico, así como para saber qué se puede esperar durante esta valoración.
Determinados signos plantean la sospecha de una causa más grave de la diarrea:
Las personas que presentan signos de alarma, como sangre o pus en las heces, fiebre o signos de deshidratación, deben ver a un médico de inmediato, al igual que aquellas con dolor abdominal importante. Puede que sea necesaria la realización inmediata de pruebas diagnósticas o la instauración de un tratamiento, e incluso puede requerirse el ingreso hospitalario. Si los únicos signos de alarma presentes son la diarrea crónica o nocturna, o la pérdida de peso, es necesario acudir al médico en un plazo máximo de 1 semana aproximadamente. Las personas sin signos de alarma deben llamar a un médico si la diarrea persiste durante más de 72 horas. Según cuáles sean los demás síntomas presentes, la edad y la historia clínica, se puede indicar una exploración clínica o intentar tratamientos caseros o tratamientos con medicamentos de venta sin receta.
Gracias por leerme.